L o que un día los turistas ingleses denominaron como «Sticky Vicky» hoy se ha convertido en un nombre artístico que pocos en Benidorm no saben lo que significa. «Sticky Vicky» es el apodo que los británicos pusieron a la artista Vicky Leyton, quien protagoniza desde hace más de veinte años un espectáculo denominado de «magia vaginal» consistente en realizar varios números con su sexo, entre ellos abrir una botella de refrescos. Un show que año tras año ha propiciado el lleno en los locales donde actuaba. Hace cinco años, sin embargo, este «nombre artístico» fue registrado por una stripper conocida como Sexy Barbara, el cual ha comenzado a publicitar como anuncio de sus propias

Ante ello, Vicky Leyton, cuyo nombre verdadero es María Victoria Aragües, decidió actuar judicialmente contra María Rosa Pereira, también conocida como Sexy Barbara. La demanda ya ha sido presentada en uno de los juzgados de Lo Mercantil de Valencia y en ella se pide al juez que condene a Sexy Barbara y ordene «el cese de manera inmediata del uso de la marca Sticky Vicky o cualquier distintivo que incluya esos términos» así como «retirar del mercado y destruir los folletos, impresos, rótulos, anuncios, webs... que contengan tal denominación». Mientras se resuelve el contencioso, los abogados de Vicky Leyton reclaman que se haga un «requerimiento a los locales donde actúa María Rosa Pereira para que se abstengan de utilizar y publicitar el espectáculo con el distintivo Sticky Vicky».

No es la primera vez que surge un conflicto entre ambas. Hace años Leyton ganó un pleito a Sexy Barbara. La primera quería impedir que la otra realizase un espectáculo que ella consideraba como propio y que tenía registrado. El juez le dio la razón en primera instancia, pero el recurso cayó del lado de Sexy Barbara, con sentencia firme. Leyton opina que el show de su rival «no es más que una burda copia de lo que yo hacía, y mal hecho». Según relataba Vicky Leyton/María Victoria Aragües el uso del nombre «Sticky Vicky» por parte de Sexy Barbara/María Rosa Pereira obedece a unos desencuentros con los empresarios con los que trabajaba, que utilizaron esa táctica para tratar de que bajase su éxito y popularidad. «No sólo no lo han conseguido, sino que además los turistas se sienten engañados cuando van a los locales y comprueban

Por su parte, Sexy Barbara se negó a hacer declaraciones al respecto de la actual situación judicial así como cualquier referencia a Leyton. «Yo ya gané en su día» en los tribunales «y ahora estamos atentos para que se cumpla la sentencia». Maria Rosa Pereira no quiso añadir nada más alegando que «todo esto repercute negativamente en el espectáculo y no me conviene».