La primera mascletà de las Fiestas Mayores Patronales de Benidorm 2012 terminó ayer pasada por agua. Bajo la lluvia, antes de tiempo y sin cargos festeros presentes debido a la confusión entre la Comisión de Fiestas y la empresa pirotécnica, la mascletà inaugural de las Fiestas no obstante hizo tronar Benidorm con más de 700 kilos de pólvora y levantó igualmente los aplausos de las cientos de personas que se concentraron en la zona, atestándola de paraguas y chubasqueros.

La seguridad estuvo detrás del malentendido. Cuando la Comisión de Fiestas daba por cancelado el acto debido a la lluvia, la empresa pirotécnica ya tenía la mascletà preparada y lista para ser disparada de manera que tuvo que encenderse por motivos de seguridad. "El problema es que han dicho que se suspendía por el tiempo cuando ya estaba montada, y es más peligroso desmontar una mascletà que dispararla, sobre todo cuando ha llovido", según señaló el diseñador de la misma, Carlos Caballer. "Recoger la pólvora mojada es muy peligroso porque el aluminio en contacto con el suelo mojado puede reaccionar y es posible que fermente y explote a las tres o cuatro horas cuando esté en el almacén", indicó Caballer.

Aunque la Comisión había anunciado ya la cancelación del acto y de hecho, no estuvieron presentes en la mascletà ni los mayorales ni las Reinas y Damas como es tradición, finalmente se llegó a un acuerdo para dispararla cuando la pirotécnica explicó la situación y los problemas de seguridad que supondría retirar los explosivos de la zona.

Por razones de seguridad también, la mascletà se adelantó unos ocho minutos. "Se estaba mojando mucho" la carga explosiva, según explicó el portavoz de la empresa pirotécnica, Pirofantasía Carlos Caballer, quien, sin embargo, añadió que durante el disparo no hubo complicaciones "porque ya se había preparado la carga por si llovía y ha soportado la lluvia muy bien", ya que "el 97%" de los truenos preparados prendieron según lo previsto.

Así, poco antes de las dos de la tarde y con la gente corriendo hacia la Plaza de la Hispanidad al oír el primer trueno, dio comienzo la primera mascletà, que disparó cinco tipos diferentes de truenos entre rastros, serpentinas, acompañantes, aéreos o candelas. La mascletà se estructuró en cinco comienzos tradicionales y un final digital, más moderno, según detalló el diseñador, con un terremoto final en tres fases que hizo retumbar todo el centro de la ciudad.

En total, 700 kilos de explosivos que, finalmente y pese a las adversidades meteorológicas y la confusión acerca de la suspensión del acto, se lanzaron para cumplir con la tradición de la mascletà del domingo de Fiestas, aunque esta vez fuese con un público algo más reducido debido a los inconvenientes ocasionados por la lluvia.

Tras el disparo, el presidente de la Comisión de Fiestas, José Ferrer, y el pirotécnico, Carlos Caballer, se abrazaron para felicitarse por una mascletà atronadora y sin incidentes, lamentando el malentendido.