­El gobierno local de Benidorm, formado por PSOE y CDL, llevará hoy a pleno un contrato para blindar hasta el año 2020 la celebración del Low Festival en la ciudad. Entre las condiciones para que este certamen no vuele hacia otro municipio, el Consistorio se comprometerá ante los organizadores a hacer una aportación en metálico de 55.000 euros este año y pagar la cuota a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). Con ello, recupera en 2014 una aportación monetaria directa para el festival, que suprimió en 2013 debido al plan de ajuste. A partir de 2015, desaparecerá el pago en metálico pero se incluirán otros gastos indirectos, como los recibos de la SGAE, el mantenimiento del césped o la cesión de espacios para publicidad, que alcanzarán una cuantía estimada en 73.000 euros anuales. Así lo anunció ayer el concejal de Festivales, el socialista Conrado Hernández, que defendió la «transparencia» del proceso y la apuesta por mantener «un gran festival» a cambio de un «gasto irrisorio si se compara con lo que el festival aporta».

El Ayuntamiento adjudicará por primera vez a través de un pleno este evento a la empresa organizadora, mediante un procedimiento negociado sin publicidad, en el que sólo ha participado la promotora Producciones Baltimore SL, que tiene en exclusiva el nombre del festival y quien lo ha venido organizando hasta la fecha. En el pliego de cláusulas que regirán el contrato, destaca que el Consistorio debe promover la obtención de subvenciones supramunicipales; debe aportar el recinto y garantizar la seguridad en su exterior; colaborar en la obtención de permisos necesarios; no utilizar la denominación «Low» para otra actividad musical en Benidorm hasta 2020; no celebrar otro festival similar de mayo a septiembre; destinar mobiliario urbano para dar cobertura publicitaria al evento; o hacerse cargo de la retirada de residuos y limpieza del recinto, explicó Hernández. A todo ello, se sumarán los pagos a la SGAE, la reparación posterior de los desperfectos causados, o un convenio con Cruz Roja para garantizar cobertura sanitaria al evento, agregó el edil.

El responsable de Festivales destacó que, con este contrato, el Consistorio «fidelizará al que ahora es el cuarto festival más importante de España» y que ha sido una «promoción turística excelente». Por último, el edil recordó los 9 millones de euros de ingresos que genera el festival en la ciudad o los 75.000 asistentes en tres días, para considerar que, igualando estas cifras hasta 2020, «el dinero que costará mantener el festival es irrisorio».

Críticas de Ferrer

Por su parte, el concejal no adscrito, Juan Ángel Ferrer, cuestionó ayer el proceso por el que el Ayuntamiento quiere cerrar durante los próximos siete años el contrato del Low Festival. Ferrer explicó que esta mercantil solicitó hace tres meses el registro de la nueva denominación de este evento, «Low festival», una semana después de constituirse en una nueva sociedad con un capital social de 3.000 euros. También cuestionó que el edil de Grandes Eventos, Conrado Hernández, quisiera dar a esta nueva empresa lo que pedía: una «autorización patrimonial» para realizar el Low Festival en las ediciones 2014-2020, un mes después de constituirse.

El concejal no adscrito advirtió que este proceso se tuvo que paralizar cuando la fiscalización de la Intervención firmó un informe discrepante. En él consideraba la «autorización patrimonial» improcedente, debido a que se estaba «introduciendo una marca totalmente nueva, por lo que la empresa perfectamente podría ser diferente». El concejal de Festivales, Conrado Hernández, respondió a estas acusaciones argumentado que el equipo que organiza el Low Festival ha cambiado de empresa, simplemente, porque se ha ido uno de sus socios. Sin embargo, el edil no adscrito subrayó que se debería licitar un concurso público, donde se puedan presentar otras empresas que acrediten «más solvencia económica, experiencia y transparencia».