Mientras la oposición, sindicatos y Ayuntamiento se ponen de acuerdo con las bases para cubrir las 10 plazas de policías interinos, las playas de Benidorm se convierten de nuevo en un mercadillo ilegal incluso antes del inicio de la temporada alta. Así lo demostraba la imagen de ayer de la playa de Levante, que era el lugar de «trabajo» para más de 40 personas que se dedican a la venta ambulante ilegal.
Entre las 12 y las 14 horas se concentraban en esta playa al menos 26 cuberos, que con su habitual cantinela y cargados con sus neveras, ofrecían todo tipo de refrescos. Otras seis personas se encargaban de vender pareos de colores fosforitos, convirtiendo algunos rincones de la playa en un probador. Incluso, dos mujeres portaban una cesta con la que mercadeaban con trozos de piña y sandía. Unas frutas que cortan ante los ojos de sus clientes y portan durante horas bajo un sol de justicia. Todos ellos, por supuesto, eludiendo todo tipo de examen sanitario y cualquier control fiscal.
Por ahora no se concentra aún la multitud de vendedores del verano pasado, ni con productos tan elaborados como los cócteles que paseaban en bandejas. Pero sí hay un claro foco en el que se reúnen la mayoría de ellos: la zona cercana a la intersección de las avenidas Madrid y Cuenca. Allí, desde la orilla uno de ellos tiene los ojos clavados en la carretera para avisar a unas diez personas del paso de la Policía Local.
Cuando ésta llega, los comerciantes disimulan colocándose los pareos, metiendo éstos en las mochilas, o aparentando ser un bañista más en los lavapiés.
Pero eso no es todo, al menos tres varones asiáticos se recorren toda la playa del Rincón de Loix con un documento en el que se puede ver una foto de carnet. Van buscando clientes para, como mínimo, cuatro mujeres «masajistas». Cuando encuentran un interesado, avisan a estas señoras que acuden de inmediato para dar los masajes. Masajes que por otra parte proporcionan mirando más hacia la calle por miedo a que llegue la Policía, que fijándose en la espalda de su cliente. Cuando los agentes llegan, siempre en coche, estas señoritas se ocultan debajo de las hamacas de los clientes, que actúan como improvisados cómplices ayudándoles a esconderse y avisándoles de cuándo pueden salir de debajo de su tumbona. Todo ello ante la mirada de los hamaqueros.
Controversia por las bases
«Y sólo estamos a mayo», dijo ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Jose Marcet, en referencia a la cantidad de vendedores ambulantes que ya cobijan las playas de Benidorm. El edil opina que esto es una muestra más de que los diez nuevos policías interinos son necesarios. En la actualidad, explica el edil, hay entre cinco y siete agentes de playa. Controlan desde la carretera tanto las playas de Poniente como de Levante, y solo bajan a la arena en caso de que tengan que intervenir. De hecho, no se encargan exclusivamente de las playas.
Marcet explica que estos vendedores aprovechan entre las 12 y las 14 horas para vender porque hay menos agentes vigilando, debido a que algunos de ellos tienen que acudir a los colegios para servir de apoyo en la salida de los escolares. Además, estos mismos policías que pasean desde los vehículos, también tiene que acudir a cualquier aviso que haya por las calles adyacentes, como pueden ser las concurridas avenidas Europa y Mediterráneo. Por ello, Marcet reivindicó una vez más la importancia de estos nuevos agentes, que en lugar de ir por la carretera, vigilarían a pie de playa, es decir, desde la mismísima arena y con dedicación exclusiva a la costa.
El concejal de Seguridad lamentó que «el PP y los sindicatos sigan mirando con lupa las bases para cubrir las nuevas plazas, en lugar de empujar todos del carro». Su idea es que estos nuevos agentes se estrenen la noche de San Juan, pero «como sigan poniendo palitos en las ruedas tengo mis dudas de que lleguemos a tiempo», reconoció. Y es que el edil ha tenido que corregir en tres ocasiones las bases del proceso selectivo con las que ampliar la seguridad de las playas de cara a los cuatro meses del próximo verano.
Los requisitos presentados en primer lugar ya fueron modificados el pasado viernes por la presión sindical. Así, el Gobierno Local tuvo que incluir entre las pruebas de carácter obligatorio y eliminatorio la realización de un examen para valorar las condiciones físicas de los futuros agentes. El lunes, el mismo día que se aprobó el segundo documento, el grupo municipal del PP se sumó a las críticas sindicales, principalmente, por la inclusión de una entrevista personal dentro de la fase de oposición que preveía eliminar a cualquier candidato pese a haber superado las pruebas físicas y el test de conocimientos legales. Ante esta situación, el Ayuntamiento volvió a modificar las bases para que la entrevista sólo sirva para obtener puntos.
LA CIFRA41 VENDEDORES
La playa de Levante es la que más comercio ilegal soporta
La playa de Levante es la que más venta ambulante concentra. Ayer se paseaban por ella al menos 26 cuberos, seis vendedoras de pareos, dos de fruta y siete «masajistas».