Con las lluvias de septiembre del pasado año, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) puso su ojo en uno de los barrancos de Benidorm, el del Murtal. Allí, como cada vez que llueve, el agua había llenado la última zona de la calle que está más cerca del mar. Por ello, el organismo decidió iniciar un expediente para plantear una sanción a la ciudad por las «incidencias registradas» durante esos días y al alegar que existía una calle en esa parte del barranco completamente urbanizada. Un proceso administrativo que ha acabado cerrando sin sancionar a la ciudad al comprobar que ese vial lleva construido casi 40 años y había prescrito cualquier reclamación.
A principios de la década de 1980, la zona de la Cala de Benidorm se urbanizó para conformar un barrio que poco a poco se fue llenando de edificios alrededor de esas calles. Entre ellas, la calle Murtal, una avenida que discurre desde la parte alta hasta la playa y que lleva el mismo nombre que el barranco que discurre por ella. En su parte baja, desde el puente hasta el paseo, es donde cada año cuando llueve de forma intensa, el Ayuntamiento avisa de que se pueden producir inundaciones y restringe el tráfico. Y es a esa zona a la que precisamente se refiere la CHJ.
Desde septiembre de 2019, ambas administraciones han intercambiado escritos en los que cada una ha expuesto la situación. El 6 de marzo de 2020, la CHJ presentó otro escrito en el Ayuntamiento en el que concedía un plazo de diez días para que se cesara «en la ocupación ilegal» del cauce del Murtal retornando el entorno de la actuación a su estado anterior». También concedió un plazo de diez días para la tramitación de la preceptiva autorización para el encauzamiento del tramo final de esa zona, unos requerimientos a los que el consistorio volvió a alegar el 24 de marzo y el 2 de junio y proponía la «desestimación de la incoación de ningún expediente sancionador». El 28 de septiembre la CHJ contestaba de nuevo y trasladaba las incidencias pendientes de resolver.
Así, el Ayuntamiento de Benidorm volvía a alegar a este expediente con un informe técnico en el que volvía a explicarle al organismo que, como él mismo «deduce» y «es absolutamente evidente desde hace más de 30 años, el tramo final del cauce del Barranco del Murtal está en realidad ocupado por un vial en una zona urbana completamente consolidada, cuyas obras de urbanización se realizaron a principios de la década de los 80, junto con el resto de viales de La Cala».
El mismo escrito explica que «después de tantos años sorprende que en su escrito la CHJ afirme que la ocupación del cauce para su uso como vial municipal constituye una actividad que supone gravar el mismo con una servidumbre innecesaria y no justificada» y que se ampare en una normativa posterior a la construcción del mismo, por tanto, «ésta se estaría aplicando de forma retroactiva». Y los técnicos añaden que «en ningún momento el Plan Director de Defensa contra Avenidas de la Marina Baixa (año 2013) de la propia CHJ se refiere a ello sino simplemente como «un paso insuficiente». Así que por todo ello, Benidorm consideró que no tenía sentido el expediente sancionador.
Antes de 1986
Parece que el organismo entró en razón porque en un documento del 28 de octubre le indicó al Ayuntamiento que no iba a abrir ese proceso sancionador y daba el expediente por archivado. La razón: los incidentes habrían prescrito ya que la calle es anterior a 1986, según la documentación a la que ha tenido acceso este diario. Eso sí, indica que el Ayuntamiento deberá «estudiar y proponer» en un plazo de dos años «una solución al encauzamiento del cauce del barranco del Murtal» que sea más efectiva que la actual. Además le pide que alerte con señalización de la peligrosidad en caso de lluvias; una acción que ya se realiza cada vez que se anuncian fuertes precipitaciones.
Con todo, el concejal de Aguas de Benidorm, José Ramón González de Zárate, mostró su «sorpresa» al ver que la CHJ se había dado cuenta «ahora» de la situación de esta calle. Con todo, explicó que ya se está actualizando un proyecto que existía para esa zona concreta pero que «como ya he dicho en más ocasiones, la CHJ nos deja solos para solucionarlo»; más cuando «es una inversión tan grande» que superaría el millón de euros. La intención es poder canalizar mejor el barranco de forma soterrada.
