El actual ambulatorio del Rincón de Loix de Benidorm está ubicado en dos locales comerciales juntos en la calle Juan Fuster Zaragoza, un espacio que se ha «parcheado» en varias ocasiones y que ya nació como provisional. El nuevo edificio lleva años en los planes del Consell pero no fue hasta hace poco cuando se incluyó de forma definitiva en los presupuestos autonómicos. Sin embargo, su finalización se ha vuelto a retrasar y está prevista para 2023 cuando hace solo un año se hablaba de que estaría terminado en 2022.

La Generalitat Valenciana ha incluido esta infraestructura en sus presupuestos para 2021 con una partida de 800.000 euros; sin embargo, hace solo un año, el montante recogido para ese año era de 1,5 millones de euros. Así, Sanidad deja para 2022 y 2023 el grueso de la obra con un presupuesto de 2 millones y de 1,5 millones respectivamente. Con todo, las cuentas autonómicas incluyen que el presupuesto total para esta infraestructura tan demandada es de 4,3 millones de euros.

Según las fuentes consultadas por este diario, ese retraso que reflejan los números solo respondería al proceso de tramitación que lleva una obra como esta. Así afirmaron que «está todo en marcha y se cumple con lo estipulado». De hecho la previsión es que la licitación y adjudicación de la obra esté en 2021 y probablemente se empiece con ello a finales de ese año.

Este centro de salud es una de las infraestructuras más demandadas y esperadas de Benidorm. El nuevo ambulatorio del Rincón de Benidorm tiene que sustituir al actual es una reivindicación histórica de los vecinos. Así apareció por primera vez en los presupuestos del Consell hace cinco años aunque sin realizar ningún movimiento. Para 2020 se presupuestaron apenas 160.000 euros por parte de Sanidad.

El proyecto ya se presentó al Ayuntamiento en noviembre de 2019 y en él se incluye un edificio de 2.656 metros cuadrados que se tendrá que construir en la parcela cedida por el Ayuntamiento en la avenida de Zamora. Un terreno del que se comenzó a hablar en 2014 pero que no se cedió definitivamente hasta 2018 cuando el Consell aceptó ese paso. No sin antes, en 2017, provocar un enfrentamiento políticos entre el PP gobernando Benidorm y el PSOE y Compromís en la Generalitat.

El Ayuntamiento de Benidorm lleva años pidiendo al Consell que la infraestructura sanitaria «sea una prioridad». Ahora, el final del su construcción podría estar más cerca si esta vez se cumplen los plazos de los que habla el presupuesto de la Generalitat. Todo para tener un centro de salud nuevo tras más de 20 años.