Restos de poda en contenedores de urbanizaciones, escombros cerca de un punto limpio o tirados en cualquier parcela o cuneta o enseres que deberían ir al ecoparque en caminos. Los ayuntamientos de la Marina Baixa han declarado la guerra a aquellos usuarios que incumplen las ordenanzas y realizan vertidos ilegales en cualquier sitio que les coge de paso. Para ello, la Policía Local ha intensificado la vigilancia y, en los últimos meses, también se han aumentado las sanciones con cuantías que pueden llegar a los 3.000 euros según la localidad.

La situación se repite a lo largo de la comarca. No hay municipio que cada semana no se enfrente a algún incívico que usa los contenedores de basura para dejar los restos de la poda, sea particular o de empresas, o para tirar escombros de una obra o enseres. Y todo a pesar de que muchos ya cuentan con cámaras para vigilar determinadas zonas y así pillar «in fraganti» a los infractores.

En Benidorm, existen hasta tres zonas en la que normalmente se hacer vertidos ilegales: el Camí de la Lloma, los de Serra Gelada o la zona de Lliriet, según explicó el concejal de Limpieza Viaria, José Ramón González de Zárate. «Gastamos mucho dinero en limpieza de escombros y poda al año» que llega a facturas de 5.000 euros. Por ello, se ha colocado una cámara en aquellos puntos donde se localizan estos vertidos y «se van a colocar más» para poder sancionar a los infractores.

En La Nucía, las cámaras también son aliadas para el Ayuntamiento. En julio se colocaron cámara para controlar los vertidos ilegales, sobre todo de empresas de poda que «colapsaban» los contenedores destinados solo a los vecinos y tras la proliferación que en las últimas semana se había dado de esta infracción. En el municipio, las multas son de 750 a 1.500 euros.

Enseres tirados en l’Alfàs del Pi. INFORMACIÓN

La misma franja de sanciones es la que impone Finestrat a aquellos que realizan vertidos en los lugares que no deben. De hecho, en los puntos limpios que existen, los carteles avisan de que la zona está vigilada por cámaras y de que está prohibido que las empresas viertan ahí sus residuos. Fuentes municipales indicaron que se ha intensificado la vigilancia y realizado campañas para concienciar a los vecinos. Además, la apertura de un nuevo ecoparque en el primer trimestre de 2021 esperan que ayude a erradicarlo.

En l’Alfàs del Pi, solo este mes, el Ayuntamiento ha sancionado a cuatro empresas con 6.000 euros a cada una de ellas por vertidos de residuos en puntos no establecidos y se ha abierto en esta semana un par de expedientes más. El portavoz del gobierno alfasino, Toni Such, indicó que «teníamos contenedores de poda en las urbanizaciones para uso de los vecinos, pero estaban siempre llenos y habían quejas». La razón era el mal uso que hacían las empresas de los mismos. Así, se ha aumentado la presencia policial para controlar esta cuestión así como cualquier vertido incontrolado de otros materiales en los contenedores de uso normal. Las sanciones en este caso van desde los 300 a los 3.000 euros.

En La Vila, también se ha intensificado la vigilancia. En Altea, solo en la última semana se han impuesto dos sanciones: una al descubrir la Policía Local a una empresa de jardinería; y otra al identificar a quien estaba tirando enseres en un contenedor. Y es que las cámaras ayudan a la policía a localizar a aquellos que no respetan la normativa en este sentido. Pero la colaboración ciudadana está siendo clave para encontrar a los infractores.