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La estación depuradora de aguas residuales de Benidorm. | DAVID REVENGA

Benidorm monitorizará el alcantarillado para detectar vertidos ilegales

Hidraqua instalará un nuevo sistema en la red de residuales que permitirá localizar las irregularidades e identificar a los infractores

Detectar los vertidos no autorizados en la red de alcantarillado, localizar los puntos donde se tiran e identificar a los infractores. Este es el objetivo que se ha marcado el Ayuntamiento de Benidorm para que la calidad de su agua siga siendo la misma y, sobre todo, para que los costes de depuración no aumenten debido al trabajo «extra» que hay que hacer cuando se producen este tipo de vertidos. Así que, para ello, monitorizará toda la red de la ciudad y podrá así controlar que no se realicen estas prácticas.

Así lo explicó el concejal de Ciclo del Agua, José Ramón González de Zárate. La implantación de este sistema de control y detección de vertidos no autorizados en la red de alcantarillado comenzará este año y se pretende que se complete toda la red en 2022. Será la empresa concesionaria del servicio de agua y alcantarillado de la ciudad, Hidraqua, quien asuma el coste de esa monitorización con cargo al Fondo de Inversión, «no repercutiéndose por tanto en el recibo que abonan los usuarios», añadió el edil.

Y, ¿cuáles son esos vertidos incontrolados? Pues todos aquellos que realizan particulares o empresas y que incluyen productos no adecuados que la red de alcantarillado no debería asumir. Pero también, por ejemplo, es aquella agua de mar que se vierte a la red residual cuando sube el nivel del mismo y se tienen que drenar sótanos o aparcamientos que quedan anegados.

El concejal del área explicó que estos vertidos incontrolados «ocasionan problemas en la red y suelen producirse de manera puntual». Además indicó que la mayor parte de los vertidos no autorizados que se producen en la ciudad incumplen la normativa medioambiental en lo relativo a «la conductividad»; es decir, se trata de aguas que presentan a un exceso de salinidad como es el caso del agua del mar. El tratamiento y depuración de estos vertidos ocasiona «gastos importantes, tanto al Ayuntamiento como a los regantes del Canal Bajo del Algar», ya que exige «mayores consumos energéticos». Además, tratar estos vertidos «genera un mayor deterioro de las conducciones e instalaciones de la red de residuales» y el agua depurada que se obtiene «para el riego es de peor calidad».

Por ello, la instalación de sistemas de control en toda la red de alcantarillado «permitirá localizar los puntos de vertidos contaminantes y a las personas responsables». A partir de esa identificación «se podrá denunciar a la persona, empresa o comunidad que incumple la Ordenanza de Medio Ambiente», que deberá asumir los gastos de tratamiento y depuración que correspondan en lugar de hacerlo el Ayuntamiento o los regantes.

El edil añadió que esta monitorización y telegestión de la red de residuales está «en consonancia» con los conceptos de Smart City y Destino Turístico Inteligente (DTI) y va a posibilitar «tener datos en tiempo real del alcantarillado por zonas o de los volúmenes de pluviales que se registran en los diferentes episodios de lluvia». Esta nueva medida se suma a la que se anunció el pasado diciembre y que también pondrá en marcha la concesionaria del agua: los contadores inteligentes en todos los hogares de Benidorm que permitirán al usuario conocer y controlar su consumo en tiempo real y detectar posibles fugas o averías. La implantación de estos contadores tampoco se repercutirá en el recibo de los vecinos.

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