Hay infraestructuras públicas que, como el río Guadiana, aparecen y desaparecen cada cierto tiempo de la primera línea de actualidad, a pesar de que muchas de ellas, la mayoría, son enormemente necesarias. El Ministerio del Interior resucitó este miércoles el proyecto para la construcción de una nueva Comisaría para la Policía Nacional en Benidorm y comprometió 3 millones de euros para ejecutar la obra, cuyo inicio aseguró que se producirá «próximamente» aunque sin concretar ningún otro plazo. El anuncio tuvo lugar durante un acto en València en el que participó el director general de la Policía, Francisco Pardo; junto a numerosos cargos públicos y policiales, entre ellos la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Gloria Isabel Calero; la consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, y la presidenta de SIEPSE -la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado-, Mercedes Gallizo; o el jefe superior de Policía en la Comunidad Valenciana, Jorge Zurita Bayona.
En ese acto, el director general de la Policía hizo alusión a un paquete de 41 millones de euros que se invertirán para mejorar infraestructuras policiales en las tres provincias de la Comunidad dentro del Plan de Infraestructuras para la Seguridad del Estado, cuyo grueso -30 millones- se destinará a la reforma del Complejo Policial de Zapadores en València, y el resto, para las nuevas comisarías de Villarreal -8 millones- y Benidorm -3 millones-. Ahora bien, aunque es la primera vez que el Gobierno central compromete presupuesto para esta infraestructura, los fondos anunciados tan sólo representan una tercera parte de la cuantía total por la que en su día se valoró la obra: 10,2 millones.
Como ha venido publicando de largo este diario, la construcción de unas nuevas dependencias para la Policía Nacional en la ciudad turística es una reivindicación de agentes, Consistorio y ciudadanía en general que se repite desde hace varias décadas. No en vano, las actuales instalaciones policiales, construidas hace más de 40 años en la calle Apolo XI, en pleno centro urbano, hace tiempo que se quedaron pequeñas para albergar al volumen de profesionales con el que cuenta actualmente la ciudad, así como toda la actividad policial. Baste un ejemplo: en el año 2008, la Policía tuvo que alquilar un local en el barrio de Foietes para trasladar las oficinas de tramitación del DNI y pasaportes, tras años de colas de madrugada a las puertas de la Comisaría para coger cita, aglomeraciones de gente en las antiguas dependencias y falta de espacio, al tener que compartir en una misma sala estos trámites con las gestiones que realiza el área de Extranjería.
Cesión de suelo en 2015
Para paliar esta situación, y tras años de propuestas y peticiones, el Ayuntamiento de Benidorm cedió al Ministerio del Interior en el año 2015 un solar de algo más de 5.000 metros cuadrados ubicado junto al Palacio de Justicia, donde poder construir un nuevo edificio. La cesión se aprobó contando con el visto bueno del propio Ministerio, cuyos técnicos avalaron este terreno como la mejor ubicación. Igualmente, y para también agilizar los trámites y que la nueva comisaría pudiera ser pronto una realidad, el propio Consistorio encargó y pagó la redacción del proyecto, que fue elaborado por los arquitectos Rafael Landete y José Manuel Escobedo, y remitido en mayo de 2017 al Ministerio, que ahora tan sólo tendría que confirmar el presupuesto y licitar las obras.
Un edificio funcional y con todos los servicios unificados
El proyecto de Comisaría remitido por el Ayuntamiento al Ministerio hace ahora cuatro años, en mayo de 2017, preveía la construcción de un edificio moderno, funcional y que pudiese unificar todos los servicios policiales que la falta de espacio en la sede actual había obligado a diseminar. El presupuesto de la obra ascendía a 10,2 millones de euros y preveía un edificio de 9.600 metros cuadrados distribuidos en sótano, planta baja y dos alturas con zonas, entre otros, para recuperar las oficinas del DNI, así como una amplia galería de tiro, gimnasio, vestuarios, un office, parking para vehículos policiales con un pequeño taller y despachos. Además, proyectaba un pasadizo subterráneo para facilitar el traslado de detenidos al Palacio de Justicia.
