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Bolulla y Callosa instalarán una "línea de vida" y un caudalímetro para evitar accidentes en el río

La CHJ no tiene competencias para autorizar el cierre de la zona, por lo que los ayuntamientos consultarán a la Generalitat y estudiarán si existe un reglamento que lo permita en situaciones excepcionales

Un joven se baña junto a la cascada en la que ya han fallecido cuatro personas. David Revenga

Los ayuntamientos de Bolulla y Callosa d'en Sarrià se han reunido este viernes con responsables de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y el grupo especial de rescate la Guardia Civil para valorar qué medidas de seguridad se pueden tomar en el "Estret" de Bolulla, uno de los parajes únicos en la Marina Baixa que tras las pasadas lluvias se ha convertido en escenario de cuatro accidentes con víctimas mortales en un solo mes. La CHJ ha dado el visto bueno a la instalación de una "línea de vida" y un caudalímetro, aunque ha explicado a los alcaldes que no dispone de competencias para autorizar el cierre de la zona. Por ello, los munícipes consultarán a la Generalitat y estudiarán si existe un reglamento específico que lo permita en situaciones excepcionales, como es el caso.

El primer accidente tuvo lugar el 8 de abril, cuando murieron dos personas tras caer por la cascada. Nueve días después se ahogó otro joven de 24 años que fue arrastrado por la corriente y apareció en la presa del Algar. La cuarta víctima perdió la vida el 9 de mayo cuando se bañaba en la poza donde termina la cascada. Cuatro accidentes en apenas un mes que han llevado a los alcaldes de Bolulla y Callosa d'en Sarrià a reunirse con responsable de la CHJ para buscar soluciones y evitar que hayan más víctimas.

Las propuestas municipales que se han puesto sobre la mesa son la instalación de una "línea de vida" en la zona de la cascada, con la que quedaría marcado "hasta donde se puede pasar para evitar accidentes o, en caso de tener un problema, poder cogerse a ella" y solicitar autorización para "balizar la zona y que la Policía Local realice vigilancias" cuando haya peligro, según ha explicado el alcalde de Bolulla, Adrián Martínez. Otras de las posibilidades pasaría por colocar un caudalímetro que permita medir el caudal del agua que hay en cada momento en hectómetros cúbicos por segundo y la cantidad de agua que tiene la poza, lo cual también permitiría determinar cuando el río es practicable o no.

Sin embargo, los responsables de la CHJ han explicado que las competencias del organismo se limitan al caudal y la calidad del agua, por lo que únicamente pueden dar el visto bueno a la instalación de la "línea de vida" y al caudalímetro. Dado que el río pasa por los dos términos municipales, tanto el Ayuntamiento de Bolulla como el de Callosa d'en Sarrià se han puesto de acuerdo en trabajar de forma conjunta y, según ha anunciado Martínez, "vamos a buscar una empresa especializada para su colocación y posterior seguimiento".

La "línea de vida" y el caudalímetro se instalarán en la zona de la cascada y, aunque en un primer momento las administraciones locales cuentan con el visto bueno de la CHJ, "notificaremos las actuaciones".

En cuanto a la posibilidad de balizar el área en momentos puntuales, Adrián Martínez ha aclarado que "hablaremos con la Generalitat" a fin de "conocer a quién corresponde autorizar", al tiempo que "estudiaremos si existe algún reglamento específico que nos permita cerrar la zona de peligro en situaciones excepcionales". El alcalde de Bolulla ha insistido en que "al primero al que no le gusta prohibir es a mí", pero "si no se respetan las recomendaciones habrá que buscar soluciones para evitar más accidentes". Y es que cabe recordar que el Consistorio colocó carteles alertando del peligro tras el primer suceso mortal, pero fueron arrancados.

En cualquier caso, el primer edil ha concretado que "no sería un cierre permanente", sino que la idea es limitar el acceso únicamente cuando las condiciones puedan suponer un peligro, como es el caso, con el importante aumento del caudal del río tras las persistentes lluvias de marzo y abril.

Mientras las medidas acordadas se materializan, los ayuntamientos continúan pidiendo "prudencia" a la ciudadanía y que "esperen a que baje el caudal y la fuerza del agua sea menor para disfrutar de la zona sin peligro". Este llamamiento llega justo con el aumento de temperaturas y el incremento de actividades al aire libre.

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