Las obras para solucionar uno de los grandes problemas de tráfico en Benidorm, como es el paso a nivel del TRAM en la avenida de Beniardá, amenazan con causar a partir del lunes otro nuevo caos circulatorio para cientos, miles de conductores, que acceden a diario a la ciudad a través de la zona norte. Esto es, desde la N-332 o desde la CV-70, que unen el municipio con urbanizaciones y con otras poblaciones dormitorio limítrofes, como La Nucía, Polop, Finestrat o l'Alfàs.
Y es que el volumen de vehículos que circulan por esta vía no es baladí: casi 40.000 coches diarios, que ahora, para acceder al casco urbano, tendrán que utilizar otras vías que también registran alta densidad de turismos, como son la entrada desde el antiguo peaje de Levante de la AP7, el conocido como Camí del Llandero, la Vía Parque o la avenida de la Comunidad Valenciana.
El Ayuntamiento de Benidorm se enfrenta estos días al gran reto de poner en marcha cambios de dirección, desvíos y nuevas rutas para minimizar el impacto que tendrá el cierre de esta avenida en el tráfico rodado, un cierre que abarcará el tramo que va desde la rotonda ubicada frente a la planta potabilizadora hasta la calle Capitán Cortés, justo al pasar las vías del TRAM.
Aunque inicialmente se había proyectado un plazo de ejecución de 16 meses, la presión municipal ha conseguido que Generalitat y empresa constructora rebajen la duración de las obras a un calendario de récord: 10 meses, si no se producen retrasos, aunque después está previsto que continúen algunos trabajos de reurbanización que no afectan al paso de vehículos.
Durante este tiempo, habrá destacados cambios en el tráfico. Por ejemplo, en el Camí del Llandero, un estrecho camino también atravesado por las vías del TRAM y que desemboca en el barrio de Els Tolls, que dejará de ser una vía de doble dirección para tener únicamente un carril de entrada hacia Benidorm, reservado exclusivamente para residentes y vehículos de emergencia.
Para minimizar los problemas circulatorios que a partir del lunes puedan producirse en esta vía, el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, ha insistido este miércoles en exigir al Consell y a Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) que el TRAM deje de operar entre las estación de Benidorm y la intermodal de la ciudad durante el tiempo que duren las obras.
Pérez ha explicado que la propuesta municipal pasa por que “se establezcan autobuses lanzadera entre ambas estaciones para que el Camí del Llandero no se vea afectado por el paso a nivel y favorecer así la movilidad fluida en este punto”. En caso de aceptarse la propuesta, el paso a nivel de este vial quedaría inoperativo y no tendría que funcionar cada media hora para dar paso al TRAM, que es lo que va a ocurrir si se mantiene el servicio.
El primer edil también ha recordado que durante las obras de electrificación de la línea 9 del TRAM entre Dénia y Benidorm “FGV ha habilitado autobuses para cubrir recorridos mucho más distantes que el que proponemos, funcionando este servicio de lanzadera durante meses”. Al hilo de la experiencia en otros puntos de la provincia, el alcalde ha remarcado que “no pedimos un trato de favor hacia Benidorm, sino un trato honesto y coherente”. De ahí que el Ayuntamiento insista en reclamar la suspensión del TRAM entre las estaciones de Benidorm mientras estén en marcha las obras de soterramiento.
También en la zona de Els Tolls, habrá otros viales que cambien de dirección con el objetivo de facilitar la movilidad. Entre ellas, la calle Italia o la de la Virgen del Rocío, que conecta esta zona con l'Aigüera y la avenida de Beniardá, y que pasarán de una a dos direcciones durante el tiempo que duren las obras.
Para agilizar al máximo la circulación en la parte de la avenida Beniardá que se mantiene operativa, se va a crear una rotonda temporal en la confluencia de Beniardá con Capitán Cortés. Además, se creará otra para facilitar el acceso al parking disuasorio desde la CV-70.
Igualmente, en los accesos desde Levante, el Ayuntamiento está habilitando dos nuevos carriles de giro directo a la derecha en la rotonda de la avenida Comunidad Europea que conecta con los juzgados, la estación de autobuses y el complejo escolar del Salto del Agua, para agilizar las entradas y salidas a estas zonas, a la vez que instalará tres báculos semafóricos para asegurar la salida de los vehículos del Parque de Bomberos en situaciones de emergencia.
Obras de soterramiento
Las obras de soterramiento y de supresión del paso a nivel de la avenida Beniardá tienen un presupuesto de 5,2 millones de euros, y están financiadas por la Unión Europea a través de los fondos Next Generation.
El nuevo paso inferior dispondrá de una sección tipo de dos carriles por cada sentido con mediana central, mientras que los itinerarios para ciclistas y peatones se conservarán en la superficie. A su vez, la actuación se culminará con la ejecución de carriles de servicios secundarios que permitan el acceso a la calle de la Estación, a parcelas privadas y al aparcamiento disuasorio municipal situado junto a la estación de Benidorm.
