Película de 1986, dirigida por el director Roland Joffé e interpretada por Robert de Niro, Jeremy Irons y Aidan Quinn , entre otros actores.

El padre Gabriel, un misionero jesuita, apoyado por otros sacerdotes y hermanos, crea las reducciones o misiones, para evangelizar , civilizar y proteger a los indios guaraníes de los tratantes de esclavos. El capitán Rodrigo Mendoza, cazador furtivo de indios, cegado por la ira, asesina a su hermano y a su amante, que le han traicionado. El complejo de culpa, que experimenta por estas muertes y por su medio de vida , le conduce al sufrimiento y a una transformación radical, por lo que finalmente se deja persuadir por el padre Gabriel para ir con él a la selva y ayudarle en su labor pastoral. El proceso evangelizador se desarrolla satisfactoriamente hasta que irrumpe la nueva situación geoestratégica internacional ocasionada por el Tratado de Madrid, 1750, mediante el que se zanja la disputa por la Colonia del Sacramento, entre España y Portugal.

En la película sobresalen dos personajes:.El padre Gabriel partidario de la resistencia pasiva, espiritual , pacífica y de la oración y el hermano Mendoza, antes Rodrigo Mendoza, ex traficante de esclavos, ex mercenario, violento y mundano, que opta por la lucha armada. Ante la decisión política de eliminar las reducciones jesuitas aunque ambos misioneros deciden no acatar la autoridad , oponiéndose a abandonar las reducciones, reaccionan de modo diferente.

"Las misión" no solo refleja la lucha entre la iglesia(Compañía de Jesús) y el estado (monarquías absolutas europeas)sino que constituye todo un homenaje a una naturaleza salvaje y virginal, apenas hoyada por el hombre, interpretada como una manifestación de la divinidad, realzada por una excelente fotografía acompañada de la música de Ennio Morricone.

Por otra parte aunque no se pueda negar el importante papel que desempeñaron y aún desempeñan los misioneros en la defensa de los pueblos indígenas frente a la rapacidad y la codicia del hombre blanco, pueden percibirse igualmente como una versión, si bien amable y paternalista, del colonialismo.

Y ahora me parece pertinente hacer un aparte dedicado a la Religión que juega con el deseo, bastante humano, de trascendencia más allá de la muerte física y constituye uno de los primeros intentos de explicación pre científica de la naturaleza. Interpretada como instrumento de control social al servicio de las élites, para algunos pensadores y considerada como “el opio del pueblo” para otros(Marx). A la religión se la considera también como un sistema para promover la cooperación entre extraños(Yuval Noah Harari) que contribuye, por tanto, a la cohesión del tejido social aunque también es responsable del desencadenamiento de conflictos y hasta guerras por diferencias religiosas.

Beatriz Recio Inés