En una sociedad como la actual, de deshumanización y anarquía en todos los ámbitos de la vida y sobre todo, de una falta de fe extrema, en un mundo, cada vez mas agnóstico y sin Dios. Es cuando un seglar que vive la doctrina de Jesús, se hace más fuerte en sus convicciones. Y es cuando debe dar con más empuje a sus semejantes, testimonio de su fe, en cada asunto de la cotidianidad diaria. Con la familia, en el trabajo, con los vecinos, etcétera.

En estos tiempos que corren tan difíciles, de crisis económica y desgarro moral de la sociedad. Es cuando los creyentes tenemos la obligación de poner en práctica nuestra fe. Demostrando al mundo, que somos cristianos y que nuestro fondo espiritual, proviene de lo sobrenatural. Somos personas, cuya fe y creencias heredada de nuestros mayores, representa un todo, en nuestras vidas. Somos gente, que nos movemos entre todos los demás, pero tenemos un carácter que nos hace especiales y diferentes.

Creemos en Jesús resucitado. Creemos en que la labor de apostolado, es pieza clave, para que esta sociedad de corrupciones a todos los niveles, mejore con el ejemplo y las enseñanzas de nuestro Señor.

Está claro, que la sociedad de nuestros días se ha ido radicalizando, sobre todo, en lo que se refiere a la postura, en cuanto a la iglesia católica. Posiblemente por asuntos de todo tipo, desde la pederastia, hasta temas, como el aborto, o la falta en muchas ocasiones de sensibilidad y adaptación con los tiempos que corren de la jerarquía eclesiástica.

Pero eso no quiere decir, que las personas, los seglares católicos, que tenemos muy enraizada nuestra fe. No intentemos dar ejemplo a nuestros semejantes, con nuestras palabras y obras, con nuestra forma peculiar de ver la vida. Intentando en el día a día, ser verdaderos apóstoles y discípulos del Maestro.

Hay muchas personas, más de las que imaginamos, cuyas creencias les están ayudando mucho, para vivir, en estos días tan duros y penosos.

Eso sí, hay que tener la convicción de que vendrán tiempos mejores. Y que nuestros gobernantes se pondrán las pilas, para dirigir con alza de miras este barco, casi zozobrado y que se llama España.

Por eso, con el buen hacer de todos y el trabajo común, llegaremos a buen puerto. Y por eso, los seglares católicos, que somos la militancia de base de la iglesia católica, que es su verdadera fuerza, estaremos ahí. Ayudando, a hacer una sociedad más justa y mejor, donde todos alcancemos el estado de bienestar que nos pertenece por derecho y que hemos perdido, por la mala gestión de nuestros gobernantes, durante estos últimos años.