La ciudadanía de este país está más que harta, de lo que hasta ahora, no está demostrando la clase política. Ya es demasiado, ya no se puede aguantar. Va a ser muy difícil que limpien su honor y buen nombre por lo menos, en un par de generaciones.

El debate de la nación, entre los dos líderes políticos de los dos partidos políticos más votados del país, ha sido una bazofia dialéctica. El presidente Rajoy, dando cifras optimistas, que ni por asomo dibujan la realidad social y económica en la que se encuentra inmerso este país. Y el líder de la oposición Rubalcaba, dándoselas de salvador, cuando él, estaba de segundo de abordo en el mando de la nación, no movió un dedo, junto a su jefe Zapatero, para ni siquiera advertirnos del tsunami y catástrofe económica que se nos avecinaba. O sea, vuelven a mentir unos y otros. El país sigue estando hundido. Con una inmensa mayoría de personas rozando el umbral de la pobreza y los bancos y grandes empresas todavía más ricas y aprovechándose de los perros flacos, que son muchos y se cuentan por doquier.

España necesita muchas cosas todavía, para regresar en el túnel del tiempo, a la época de la bonanza económica de hace tan solo unos años. Y mientras haya empresas como Coca cola, que se aprovechan de la estafa, de la nueva ley de reforma laboral, para despedir a sus trabajadores y cerrar plantas de embotellado. Y el gobierno permita estos abusos, el pueblo no va a creer en sus políticos, ya que toman partido siempre con los más poderosos, sin importarles la ruina social y económica que van a provocar la pérdida de unos miles de empleos más. Igual que se ha aprobado una reforma laboral para abaratar despidos y tirar a la calle a todos los veteranos y cincuentones de las empresas. Que los empresarios estaban deseando. ¿Por qué? No se mira con lupa, cuando una empresa pretende hacer un ERE, estando sus finanzas en positivo y ganando dinero. Solo, porque sus gabinetes de economistas disfrazan las cifras, que para eso son profesionales de los números. Por el simple hecho de que los empresarios ganen más dinero, que al fin y al cabo, es lo que mueve todos los hilos de esta vida, que para unos resulta muy cómoda y para otros es un drama de sobrellevar.

Por eso a las próximas elecciones, urnas vacías, ya estamos hartos de que nos engañen, nos humillen y se rían en nuestra cara de nosotros. Y seamos como marionetas en sus amarras de poder. Y sin generalizar, aunque es muy difícil de hacerlo, parte de la clase política son una banda de bandoleros. Que sin ningún tipo de armamento, se hacen con el dinero del pueblo, para su propio beneficio y hasta que no nos demuestren lo contrario, hay muchas personas, que piensan como un servidor y esto es una simple opinión, nacida del hastió y desencanto de ver y oír siempre lo mismo. Y de que no haya un solo día, que nos enteremos, de un nuevo caso de corrupción, donde está presuntamente implicada una persona perteneciente a la clase política.