En el fondo abisal habitan criaturas que pudieran parecer de otro mundo. Existe un pez a 2.200 metros de profundidad, llamado Chauliadus. Es absolutamente transparente y se alimenta de otros peces de su entorno. Abre una gran boca y desde su garganta translúcida una especie de letrero luminoso, con 350 puntos de luz, hipnotiza y atrae a sus presas. Cautivas, son devoradas y engullidas parsimoniosamente. Si lo tuviéramos en una pecera podríamos ver su digestión en directo.En el fondo abisal de las carreteras secundarias habitan criaturas que pudieran parecer de otro mundo. Existen clubs a 200 kilómetros, completamente transparentes capaces de hipnotizar y devorar a sus presas. 350 puntos de luz dentro de sus pasillos atraerán a las víctimas hasta su destino final. Cautivas, son desnudadas, prostituidas, devoradas o engullidas parsimoniosamente. Si nos parásemos un poco, podríamos ver, atónitos, su digestión en directo.