"Está bien, pase. Hola, sí, ejém. Que no nos molesten, vale, .... de acuerdo. Ya veo que viene usted bien preparada. El perfil que buscamos es, digamos, austero... encriptado, sin cortes, permítame el chiste... sin escrúpulos. La verdad es que trabajo hay. Nosotros, desde aquí, hemos diseñado unos cuadrantes que... ¿vé?. El sueldo es correlativo a la función desempeñada... ponemos a su disposición.. coche, tren, avión, en fin... Bien, observo que está usted muy callada, mejor así, sin interrupciones... hemos leído, valorado su currículum y es excelente, nada podemos objetar a su experiencia y... obras terminadas. La verdad, he de decirle, que desde dirección decidimos ayer concederle a usted el contrato. Indefinido, por supuesto. Sujeto a convenios y revisiones salariales... con comisiones declarabes en nómina. Sujeto a cualquier contratiempo... Enhorabuena, señora... Por nuestra parte cuando quiera puede firmar y comenzar ....tal vez... ¿mañana?".

Ella entonces se levantó de la silla y ajustó su minifalda negra. Sacó del bolso una polvera retocando los pómulos pálidos. "Empiezo ahora mismo", dijo en tono grave. Firmó y, al hacer ademán de salir, el entrevistador le recordó: "señora... se deja la guadaña...". No importa", exclamó, "tengo más".