La última asamblea en el cementerio lo ha dejado claro. De momento, como sospechábamos, sólo hemos acudido los de suelo y plantas, comunicándonos los panteonistas que no iban a mezclarse con los de fosas, menos aún con las comunes, que siempre han habido clases y que iban a seguir manteniéndolas. Vistos los acontecimientos, todos los esqueletos y medios cuerpos putrefactantes reunidos ayer, decidimos manifestarnos contra la especulación y el excesivo cuidado que dedican los operarios a la zona ilustre, en deterioro del total cadavérico.

Al pasar por lujosos panteones de grandes y adineradas familias, los abucheos y pitidos, (pitos hechos con tabas) fueron enormes. Grupos incontrolados hicieron pintadas a ángeles, arcángeles, cruces y columnas dóricas. "No más clases en la vida eterna", "Igualdad en el más allá", "A vosotros, huesos burgueses, os quedan pocos meses", o "Cremación yá". Como nuestro tiempo de resucitación es limitado, hemos solicitado a la autoridad del camposanto los permisos correspondientes para acampar durante la noche, siempre, según lo acordado, de manera pacífica y responsable. Y es que, créanme, los del mundo esquelético estamos òseamente indignados.