Aunque la historia es falsa, merecería de ser cierta. De hecho, personalmente creo que lo es:

Tras variadas vicisitudes, el comandante Neil Amstrong estaba tan excitado, tan deseoso de saltar a la Luna que no dudó ni un instante. 17 minutos transcurrieron desde que salió por la escotilla del Apolo XI hasta el suelo selenita. Cuando terminó el paseo lunar, antes de entrar otra vez en la nave dijo: "buena suerte, mister Gorsky". En la tierra unos se miraron a otros... ¿quién es Gorsky?. Nadie lo sabía. Tal vez un astronauta soviético, rival empedernido de la hazaña. Interrogado por ello repetidamente, Amstrong siempre guardaba silencio o decía que no recordaba haber pronunciado semejante frase.

El 5 de Junio de 1995, en una entrevista en Tempe Bay, un periodista vino a recordarle el asunto. Entonces dijo que esta vez sí contaría la verdad, pues Gorsky había muerto. Cuando era pequeño, Amstrong perseguía un balón que, disparado, acabó en casa de sus vecinos, justo debajo del dormitorio de un matrimonio llamado Gorsky. Al coger la pelota oyó una discusión peculiar. La señora repetía enojada: "¿Sexo oral?, ¿quieres sexo oral?, tendrás sexo oral cuando el hijo de los vecinos camine por la luna...."

El cosmonauta Amstrong, en aquellos momentos de gloria se acordó de Gorsky.... sonrió y miró hacia el brillante planeta azul. Seguramente esa noche, la vecina de su infancia alcanzaría otras lunas siderales con su experiencia. Y, por supuesto, mister Gorsky.