He conseguido por ahí, en librerìas de lance, un viejo libro editado en diciembre de 1976 por Plaza Janés. El volumen es de tapas duras y no tiene sobrecubiertas, por eso me ha costado más barato. "Los atentados contra Franco" de Eliseo Bayo. Para mí, una obra de culto, que por unos u otros motivos todavía no estaba en la secciòn monotemática de mi biblioteca.

Conocí a Eliseo en aquellas fechas, en un ciclo de conferencias libertarias que por entonces se organizó en la sala de actos del antiguo y recién remozado sindicato vertical.

Bayo trabajaba en Interviù y gozaba de gran prestigio como militante antifranquista. En aquèl tiempo era pareja de Lidia Falcón, afamada feminista, que se había visto envuelta en los avatares del atentado de la calle Correo en Madrid junto a Eva Forest, mi amigo Justo Sansano, mi amiga Mamen (alicantinos), y varios personajes más. Hablo de èpocas convulsas y recuerdo mis 19 años con mucho pelo, libro en el bolsillo y la cabeza llena de pàjaros revolucionarios.

El caso es que en su breve estancia, Eliseo se portó afablemente y muy bien conmigo. Su pelo blanco, su traje marròn, le daban un aire señorial nada habitual en la estètica del momento. Aquèl día cenamos, junto a un grupo de compañeros, y me habló de la publicaciòn del libro que hoy, treinta y tantos años después tengo entre mis manos.

Bayo habìa escrito su libro en el talego. Tres años antes había estado en el Penal de Burgos.

"Los atentados contra Franco" no es que sea una obra de alta precisión, pero si es un documento de primera mano de un valor testimonial y testifical notable. Repasa todos los intentos para acabar con el dictador que por parte de los anarquistas se han hecho en este país. Y repasa el dolor, sufrimiento y muerte de cantidad de idealistas y de luchadores antifascistas. El resumen, si lo hubiera, es desesperanzador: el movimiento libertario acusó su temeridad y produjo grandes fisuras en su desestructurada organizaciòn. Cientos de topos policiales, infiltrados, manipuladores, acabaron con cualquier alternativa. A veces con mucha suerte, (la suerte se aliò con el fascio).

Por otro lado aparece gente como Fernando Carballo, un hombre que después de su salida de la cárcel de Benalúa en Alicante, (fué uno de los presos políticos más antiguos), se convirtió en buen amigo mío. Yo entonces era un veinteañero, ya lo he dicho, con mucho pelo y mayor ilusión, y èl un veterano militante anarquista. Guardo un entrañable recuerdo de Fernando, al que le perdí la pista. De Eliseo Bayo sé que vive por el norte, que ejerce su oficio y que sigue escribiendo notablemente, apartado de la Falcón, y con otras historias en su vida.

Bueno, este es el resumen de un libro que es algo mas que un libro. Entre la primera y última página no sólo estàn los hechos narrados. Hay una parte de mi vida sujeta a las esquinas blancas de sus cuartillas.

Posdata: Después de escribir este artículo, (se publicó en un diario nacional) la nieta de Carballo se puso en contacto conmigo. Más tarde, en Facebook, lo hicieron los hijos de Fernando. Por ellos supe que el viejo luchador murió de dolencias cardiacas. Sobre Bayo, también tuve noticias de primera mano. Sigue escribiendo, y bien, como siempre. Sobre este escribidor, nada que decir, salvo que el pasado es un túnel lleno de viento. Y el viento, ya lo saben, todo lo lleva.