Oh sí, desde el infierno JM Fonollosa intenta apoderarse de mí. Ahora sè que vivía en secreto. Tal vez el poeta sea un ser irreal ideado por unos cuantos. Saltar de las décimas o de los endecasílabos a la inteligencia amoral, poesía salvaje del corazón. Tal vez Fenollosa seamos un párrafo cada uno y el disfraz de viejo tirado en la habitación de una pensión, con una botella de bourbon y una magnum parabellum comprada en una tienda clandestina en La Habana, sea otro montaje... Realidad ante el espejo. Diría el poeta cóncavo, espejo de ilusiones: véase usted, ciudadano de mierda que arrastra sus amores de una forma penosa, ausentemente desastrosa. Conforme investigo la vida tenebrosa de un hombre que escribía en sus horas libres, descubro que mataba sentimientos a tiros, ahogándose en las letras. Versos agónicos, muestrario de los cojones del alma, de entrañas sanguinolientas, de la pus que reside en el sentido. Oh sí, JM Fonollosa se apodera de mí febrilmente, entre expectoraciones y sudores agrios de tarde caliente:

"¿Por qué lugar saldrá el primer gusano?, ¿asomará su inquieta cabecita por la nariz, la oreja o el ombligo?. ¿O, acaso, entre los párpados abiertos?. Tras él seguirán otros, menos tímidos, a recorrer la piel, donde amor puso estremecidos cielos de otras pieles. Morderán las barreras de los músculos. Horadarán capas de la carne, abriendo su impacinecia en los caminos. Y una inmensa ciudad será el cadáver. Con seres trabajando sin descanso para destruir la forma, este volumen que la gente conoce por mi nombre." JMF.