Aunque con menos transcendencia que Hipatia, en la antigüedad se admitía a la mujer en el ámbito de las artes y en un tipo de aprendizaje basado en la perfección a través de la repetición, incluida la medicina. La filosofía y el saber en general eran un todo insaparable. Un filósofo podía ser un sabio que tocaba diversas materias porque no existía la compartimentación del conocimiento. Jámlico cuenta que, de las 17 discípulas de Pitágoras, una se dedicó a las matemáticas, Teano. Eurípides tiene un texto "Melanipa la sabia", donde le asignaba la tarea de argumentar la cosmología de Anaxágoras de Clazomene. Diógenes Laercio nos habla de Hiparquia de Maronea, filósofa de la escuela cínica. En el siglo I d.d.c. vivió Miriam de Alejandría, química y alquimista judía a quien se debe el hallazgo de métodos alquímicos y la fabricación de instrumentos de laboratorio. En Roma hubo filósosfas y médicas. Plinio el Viejo cita a Elefantire o Eliade como inventora de diversas terapias científicas. En el siglo IV, Hipatia, maestra neoplatónica romana, educó a una selecta escuela de aristócratas, cristianos y paganos. Destacó en matemáticas y astronomía. Bella e hija del astrónomo Teón. Se sabe que escribió libros de geometría, álgebra y astronomía. mejoró el diseño de los astrolabios e inventó un hidrómetro. Hipatia, ascética y entregada a la ciencia, fué linchada por una banda de cristianos integristas, auspiciadas por el obispo Cirilo.

Se inauguraba una época de siglos de oprobio hacia la ciencia y hacia la mujer, anulada como persona y como ser pensante. El cristianismo redujo a la mujer a su condición de hembra, negándole cualquier capacidad de acceso a la racionalidad. 20 siglos han pasado y todo sigue, en proporción histórica, igual para arzobispos y papados. La mujer, para el actual Cirilo, dígase Rouco, sigue siendo el elemento cùlmen, virgen, madre, esposa adocenada y reservada, con escasos criterios en la estructura machista de su iglesia y, para ellos, con menor transcendencia en la vida intelectual social. Ya no se lincha a una científica pagana por el hecho de serlo, pero se siguen demonizando sus opciones de libertad: libertad para para no fecundar, para abortar, para estudiar, para unirse en libre pareja, para ser lo que ella quiera ser. Hipatia y sus compañeras en la Antigüedad abrieron una brecha por donde pasaría la claridad. La claridad de Las Luces.