El ciclo se ha cumplido. Las iglesias celebracionistas han quedado contentas: tuvieron su nacimiento, misas, gallos y gallinas, (no cluecas sino ponedoras), y tuvieron su oportunidad de orar urbi et orbe. Por otro lado, las fuerzas laicas pudieron ampararse en mitologías y sociologías como base de la efemérides. El vulgo, entretanto, plantaba belenes con nieve, (en Israel no nieva), abetos luminotécnicos, y turrones de Xixona, que buen turrón. (Inciso: a la industria turronera xixonenca le jode bastante que el turrón tenga procedencia árabe y catalana- antes de xixona estaba catalunya para horror del búnker de la barra azul -). También el pueblo, sabio como el primero de los necios, acaba contento y con bigotes de gambas clavándose en las encías. Consumo moderado, pero consumo. Hay que dar culto al estómago, beber, comer, y follar, (¿follar?, es navidad...), hasta reventar. Cólicos, borracheras, atragantamientos y gastritis. ¿Nacimiento?, que le den al nacimiento. Total, que el mundo sigue su curso. Esta invariabilidad casi cotidiana hace que, sin embargo, todo sea diferente. Este año, crítico de crisis, los langostinos se han abaratado. Las angulas han desaparecido y los centollos de granja todavía andan moviendo sus patas en los estantes del Carrefour. Jamón ha habido mucho jamón, que el jamón jamón tiene un stock importante: superproducción en la época donde todo cristo se lanzaba a criar guarros para descuartizarlos y colgarlos como a Benito Mussolini. Me viene a la cabeza, por asociación de ideas, la imagen de Franco mirando con lupa la foto donde la Petacci y Mussolini colgaban muertos bocabajo en la plaza Loreto de Milán. El dictador, cabronzuelo como él sólo, diagnosticó sin inmutarse: están mal colgados. Y mal colgados están los días venideros. Salvo loterías o enamoramientos, el año abierto se presenta duro. Conflictividad laboral, endeudamiento supino, paro, enriquecimiento camuflado de la oligarquía emergente, (hablaremos en otro artículo de las nuevas clases emergentes). Lo importante es poder contarlo.