UH-10 es el nombre de este helicóptero. Participó en una gran payasada político militar denominada Operación Romeo Sierra, eufemismo carismático para el lenguaje militar. Traducido al vulgo: Restablecimiento Status quo, o, Recuperación de la Soberanía.La susodicha recuperación no fue sobre país o territorio, sino sobre un islote peregrino llamado Perejil, en el cual los marroquíes fumaban grifa escaqueados del mundanal ruido. La operación gozó de todos los protocolos propios, y se puso en marcha desde la Base de Morón, con el buque de asalto anfibio Castilla en el golfo de Cádiz, dos fragatas y corbetas en la retaguardia entre Ceuta y Melilla. El asalto corrió a cargo del Grupo de Operaciones Especiales nº III de Rabasa. La imagen que aquí enseñamos pertenece a los ejercicios efectuados en días previos al asalto.El caso se resolvió con absoluta facilidad: 44 boinas verdes en siete helicópteros UH-10, dos de ellos armados con ametralladoras 12'70 milímetros de alto poder destructivo, sobrevolaron el estrecho de noche gracias a gafas de visión nocturna, alcanzando el lugar sobre las 6'21. Allí se descolgaron 28 soldados con un comandante al frente. Armados con fusiles de precisión Accuracy de 7'62 mlm de calibre fueron tomando posiciones y rindiendo uno a uno a sus ocupantes, (eran seis). Según parece se trató al enemigo con absoluto respeto y se izó la bandera española en lo mas alto de la roca sobre las 7'30 de la mañana.La rocambolesca historia del islote de Perejil es uno de los shows anteriores a la entrevista de las Azores con la que nos maravilló el ínclito Aznar. Detener y expulsar a seis soldados marroquíes de un sitio donde nadie reside ni de nada sirve fue solo un avance de intenciones. Los soldados marroquíes tuvieron que seguir fumando kifi en otro sitio. Desde entonces Perejil sigue igual de abandonado que antes de la asonada

. Y Aznar igual de sonado.