Hacia el año 700, el poeta loco Abdul Al Hazred visitó las ruinas de Babilonia. Visiblemente congojado se retiró al sur de Arabia. Al cabo de los años viajó hasta Damasco, donde cuentan, que sobre el año 738, desapareció definitivamente devorado por un monstruo.

Antes de su desaparición escribiò el NECRONOMICÓN, una obra aterradora que contenía fórmulas para convocar a seres prehumanos y a entidades extratelúricas. En definitiva, es una descripción detallada y documentada que contiene los medios necesarios para despertar a todos los monstruos que habitan en el interior de cada persona. Con toda seguridad a H. P. Lovecraft se le despertaron los suyos propios cuando mostró la idea del libro rodeándola de la escenografía ya contada. En resumidas cuentas: El Necronomicon no existió jamás. Pertenece a la fantasía de Lovecraft y al revestirlo de tantos datos hizo que, incluso hoy en día, hayan personas que crean en su existencia.

Hasta en la Biblioteca General de California llegó a aparecer una ficha falsa del libro.

Por si las moscas, si algún día ustedes se topan con el Necronomicón, avísenme, estoy interesado.