La imagen es escalofriante: una multitud, mujeres, niños, ancianos, jóvenes, espera en un paisaje apocalíptico de ruinas y desolación su turno para recoger comida. La situación de hambruna y pobreza extrema en el campo de refugiados palestinos de Yarmouk, en Siria, trasciende lo habitual. Mierda, a uno se le atraganta el agua y la bruma matinal. Colas formadas en este reducto superpoblado pa...ra recoger alimentos y provisiones, que la comunidad internacional, a través de UNRWA, la agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, les hace llegar.

Paquetes de comida y vacunas, sobre todo anti polio... 18.000 personas atrapadas en este campo de refugiados, la muerte girando en la noria de las milicias de Bachar el Asad.

Ignoro porqué acabo siendo sensible a estas cuestiones, ignoro que fibra oculta se ha desatado en mi interior; siempre, aún consciente de la trama social, había sido frío y duro ante espectáculos horripilantes, descuartizados, ahorcados, masas ingentes, paupérrimas y perseguidas, fusilados, extrañados..... ya saben lo que cantaba Brecht: "No acepten lo habitual como cosa natural pues en tiempos de desorden sangriento, de confusión organizada, de arbitrariedad consciente, de humanidad deshumanizada, nada debe parecer imposible de cambiar."

Apoyo el vaso con café sobre una revista doblada. Amanece naranja, amaneceres de mandarinas ágiles de pelar. Incluso con las ventanas cerradas adivino el olor a salitre, sopló viento del sur con fuerza cuatro, árboles inclinados en la meseta cuartelaria, tu falda ajustada levantando los picos.

En el pasillo las sombras se mueven. Advierto que es una ilusión óptica, podías haber aparecido de repente, blop, con las medias por las rodillas repleta de encajes, de uñas rojas, labios agrietados y el pelo planchado. Pero no, es una ensoñación, una idea fugaz que aparece y desaparece como si fuese arte del trile, un, dos, blop, ya no hay nada......... las sombras, que cabronas, siempre jugando a deshacerse en otras sombras......