Tiene el mismo tamaño que la provincia de Alicante, pero ahí acaban las similitudes. Es uno de los países con mayor renta per cápita y al frente del mismo se encuentra un personaje que ha llegado a ser el más rico del mundo y que sigue entre los más potentados. Un líder estrafalario que se puede permitir el lujo de tener una colección de unos 7.000 coches deportivos y de lujo valorada en unos 5 billones (con b) de dólares

Esta bella mezquita es la imagen más famosa de Brunei

Es 6 de mayo de 2016 y llego a Brunei para conocer un país que es más noticia en las páginas de las revistas de cotilleo, por las excentricidades de sus jerarcas, que en las de información internacional. En 20 minutos llegó del aeropuerto al hotel, situado en el centro de Bandar Seri Begawan, que así se llama la capital del país. Mi primera visita, ya casi en la puesta de sol, es un edificio famoso en todo el mundo por su belleza, la mezquita del sultán Saifuddien, construida en 1958 en mármol blanco, con una cúpula recubierta de oro y rodeada de una laguna artificial con la reproducción de un barco antiguo. El reflejo de la mezquita y el barco sobre las aguas, especialmente con la iluminación nocturna, deparan una imagen difícil de olvidar. El interior, sin embargo, al que me facilitan la entrada sin ningún problema aunque no se permiten fotografías, no es nada del otro mundo. Sólo en este lugar y en un museo me tropiezo con algunos de los escasos turistas que visitan el país. No es extraño que algunos lugareños incluso me miren como un bicho raro, aunque con una gran simpatía en la mayoría de los casos.

La imagen nocturna de la mezquita es espectacular

La visita me ocupa hasta bien entrada la noche. A la mañana siguiente vuelvo a la edificación religiosa para contemplarla bañada por un sol radiante en un día espléndido aunque con un más que molesto calor húmedo. Sigo la visita y a apenas 200 metros, en una gran zona recubierta de césped, llama la atención un gigantesco mural de unos cien metros de largo, con la imagen de un personaje en el centro. Sí, obviamente, es la del sultán y presidente del país, Hassanal Bolkiah, y se encuentra frente a las tribunas de un estadio en el que se celebran los fastos del sultanato. El inmenso cartel lleva tres meses instalado ya que alude al 32 aniversario de la independencia del país, que se celebró el pasado 23 de febrero. Brunei se independizó de Gran Bretaña ese día de 1984.

Un inmenso cartel con la imagen del sultan en la capital

También los billetes y monedas de país están copadas con la imagen del líder supremo. Y es que, además de presidente del país, el sultán es el líder religioso de los 400.000 habitantes que tiene Brunei y se ha reservado las dos carteras más relevantes del gobierno, las de economía y defensa. Además, junto con el Papa, es una de las pocas personas del mundo que no se puede equivocar, según reza en la Constitución, en la que se consagra como oficial a la religión musulmana.

Brunei tiene una de las rentas per cápita mas altas del mundo

Pero por lo que más destaca este singular personaje es por su riqueza. El sultán llegó a ocupar el primer puesto de las mayores fortunas del mundo hasta finales del pasado siglo y aunque en la actualidad ha bajado algunos puestos, sigue siendo una de las más grandes fortunas, calculada en alrededor de 20.000 millones de euros. Una riqueza que es consecuencia de la explotación de los pozos de gas y petróleo con los que cuenta el país y que permiten extraer unos 140.000 barriles diarios, de cuya venta la mitad va a parar a las arcas del sultán y su familia.

Imagen oficial de la familia real de Brunei (internet)

Sigo caminando por la ciudad y me tropiezo un imponente edificio civil con una gran cúpula. Lo conocía por fotos y descubro que me encuentro ante el Museo Real, en el que se reúnen los más importantes regalos que ha recibido el líder del país a lo largo de sus años de gobierno. Lo visito y admito que contiene piezas preciosas pero, y es una pena, se echa en falta el que sería, sin duda, el mejor museo del mundo de vehículos deportivos y de lujo, para lo que sólo bastaría reunir las casi 7.000 unidades adquiridos por el sultán. Además, sería un incentivo vital para incrementar el incipiente turismo de Brunei. Y es que con tal inmensa caja de caudales que le supone el petróleo, el sultán ha podido satisfacer su hobby favorito de coleccionismo de los más espectaculares automóviles.

Roll Royce decorado con oro puro propiedad del sultán (internet)

Aunque hay discrepancias en el número de vehículos de la colección, todas las fuentes calculan que se aproximan a las 7.000 unidades de ejemplares selectos, muchos de ellos únicos y otros fabricados exclusivamente para el propio sultán. Una parte del conjunto está estacionada en tres grandes naves del complejo residencial de la familia real. De entre toda esta colección, sin parangón en todo el mundo, destacan más de 600 Roll Royce, lo que convierte a su propietario en el mayor poseedor de vehículos de la marca de lujo por excelencia. Además, también hay que reseñar 574 Mercedes, 452 ferraris, 382 Bentley, 209 BMW, 179 Jaguar, 134 Koenigsegg, 21 Lamborghinis, 11 Aston Martin, 8 F! McLaren y 6 Dauer 962. Por todos ellos el sultán ha desembolsado una cantidad que ronda los 5 billones de dólares. En fin, prefiero no pensar la de cosas productivas que se podrían haber llevado a cabo con semejante presupuesto.

Este Porsche es uno de los 7.000 vehículos de la colección(internet)

Para los desplazamientos aéreos el presidente del país también dispara con pólvora de rey ya que cuenta con seis aviones privados, uno de los cuales es un Boeing 747, el legendario Jumbo que hasta la aparición del Airbus 380 era el mayor avión de pasajeros que surcaba los cielos. El jumbo cuenta con todas las comodidades que se puedan imaginar y hasta con grifería de oro. La flota se completa con dos helicópteros. También es famosa la generosidad del sultán con su personal de confianza. Así, se dice que a su ama de llaves le paga casi 11 millones de euros al año, y a su mayordomo un millón menos. Su equipo de asesores de imagen también son espléndidamente gratificados con siete millones de euros cada uno y hasta su entrenador de bádminton percibe casi dos millones de euros anuales por una lección semanal.

Jumbo privado del sultán de Brunei (foto Airliners)

Prosigo por el centro de la capital de Brunei, en el que destaca la perfecta urbanización de las calles, las amplias aceras y las extensas zonas ajardinadas. Le falta un poco más de modernidad en las edificaciones y unas decenas de rascacielos para asemejarse a Singapur, país del que sólo le separa el mar de la China Meridional.

Todos los escolares van uniformados a la usanza tradicional

Observo que la gran mayoría de las mujeres portan pañuelos multicolores para cubrirse la cabeza, aunque el resto de la indumentaria es libre y no son pocas las que visten pantalones ceñidos. Hay mujeres que van sin pañuelo sin ningún problema. Suelen pertenecer a la minoría china o a inmigrantes filipinos y de otros países del entorno. Brunei es todavía uno de los escasos países en los que la mujer aún tiene que luchar por el elemental derecho al sufragio, ya que ¡no se les permite votar!

Mujeres de Brunei en un centro comercial

Visito un bonito templo chino y encamino mis pasos hacia el río Brunei, que bordea el centro de la ciudad. Es de gran amplitud pero en la orilla de enfrente se puede contemplar, perfectamente, una “población flotante” constituida por una gran concentración de viviendas construidas sobre pilotes en el mismo río. Son casas muy modestas, la mayoría de madera y con techos de uralita, y son las casas tradicionales desde hace siglos de una parte importante de la población del país, por lo que están vinculadas a sus señas de identidad. Hasta hace apenas unos años incluso las había que bordeaban la laguna de la gran mezquita de mármol, pero fueron demolidas por la mala imagen que daban de la edificación religiosa y sustituidas por zonas ajardinadas.

Poblado de palafitos, vivienda tradicional de Brunei

Esta población de palafitos, que se denomina Kampong Ayer, que significa “aldea de agua”, cuenta con una población aproximada de 40.000 habitantes, que constituyen el sector de la población más humilde del sultanato. Produce un fuerte contraste contemplar la construcción de suntuarias mezquitas en el entorno de tan modestas casas, pero en fin, esto sucede en prácticamente todas las religiones.

Suntuarias mezquitas bordean las modestas casas sobre pilotes

Hago un recorrido en canoa por los palafitos tras una breve batalla de regateo con el barquero, que empieza pidiendo una cifra astronómica pero que al final la reduce a la tercera parte, y durante el paseo descubro que se están construyendo nuevas viviendas sobre el agua con materiales de calidad. No obstante, soy de los que opina que las más antiguas deben consolidarse y mantenerse a modo de museo, como representación de una tipología de vivienda ancestral en Brunei.

Hoy los palafitos se construyen con materiales de calidad

Los palafitos demuestran que pese a su elevada renta per cápita y su destacado PIB, en el sultanato también abunda la pobreza. No obstante, sus habitantes parecen conformarse porque disfrutan, frente a otros países del entorno, de una educación y sanidad gratuita y no pagan impuestos. Además, reciben ayudas para la adquisición de vivienda y tienen subvencionado el arroz, que es el alimento básico de la población.

Templo chino en el centro de la capital del sultanato

Muy cerca de las casas sobre pilotes se encuentra, para mayor contraste y escarnio, el palacio de la familia real, considerado como el mayor palacio habitado del mundo. Cuenta con 1.788 habitaciones y 257 cuartos de baño, con capacidad para alojar a 5.000 invitados. También dispone de una mezquita capaz de acoger hasta 1.500 personas. Está situado sobre una pequeña elevación de terreno pero rodeado de tanta vegetación que de cerca sólo ves las rejas de la entrada. Para poder contemplarlo, aunque sólo las cubiertas y tejados de los edificios del complejo palaciego, tuve que desplazarme en canoa hasta un determinado punto de la población de palafitos. Todo el palacio, además, permanece cerrado a cal y canto por lo que es imposible visitarlo salvo los tres días siguientes al final del Ramadán, en los que las puertas se abren y se montan banquetes gratuitos a los que se invita a los ciudadanos.

El edificio blanco con la cúpula es el mayor palacio del mundo

Los restaurantes son muy escasos en toda la ciudad y lo más socorrido por sus habitantes es acudir a los que se encuentran en las áreas de cafeterías de los grandes centros comerciales, aunque prácticamente todos ellos son de comida rápida, sin que falten los McDonalds y KFC de turno. En fin, un espanto, por lo que decido comer en el hotel.

Esta mezquita la ha costeado el actual sultán

Por la tarde decido caminar hasta la que es la segunda mezquita del país en popularidad pero la primera en coste, ya que en su construcción al sultán no le importó tirar la casa por la ventana. Tras una caminata de tres kilómetros, llego a sus puertas y cuando la contemplo de cerca me quedo perplejo ante la magnificencia de la edificación. Se construyó en 1992 para celebrar los 25 años de reinado del sultán y dispone de cuatro grandes minaretes, una gran cúpula dorada central y 29 cúpulas doradas, una por cada una de las dinastías que precedieron al actual mandatario. Me quedo hasta que oscurece porque me dicen que la iluminación es magnífica, y no me mienten. Sin duda es una de las mezquitas más destacadas que he visto.

La nueva gran mezquita de Brunei se construyó en 1992

El día siguiente lo dedico a visitar el mercado, bastante decepcionante ya que es pobre en colorido y variedad de productos, algún centro comercial y un parque urbano. De regreso al aeropuerto me llama la atención las grandes y modernas edificaciones situadas al borde de la autopista. Una de ellas es el Parlamento, y otras son las sedes de distintos ministerios. Me pregunto para qué tanto dispendio en construir unas instituciones con tan pocas competencias y sometidas al poder absoluto del sultán de este pequeño y remoto país donde sí, pero sólo algunos, atan los perros con longanizas.

Moderno palacio destinado a dependencias ministeriales

TODAS LAS IMÁGENES DE MANUEL DOPAZO SALVO LAS TRES INDICADAS.