Aquí, una pareja en plena penetración, al lado, un trío, más allá, una felación, le sigue, un cunnilingus y así hasta una veintena de combinaciones y posturas para prácticas sexuales.

Podía ser, por estos lares, imágenes propias de un club de alterne. Pero no, estoy muy lejos, en Nepal, y no precisamente en un burdel. Todo lo contrario, me encuentro en un lugar sagrado, en un templo, y todas estas representaciones del sexo son parte de la decoración de unos edificios religiosos declarados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.

El templo Jagannath en Durbar Square acoge las imágenes pornoeróticas

Mayo de 2014. Vuelo a Nepal por menos de 400 euros, aprovechando una ganga de Turkish Airlines, ya que el coste por viajar hasta tan lejano país al borde del Himalaya no suele bajar nunca de los 600 euros, ni siquiera en temporada baja. Katmandú es una vieja conocida que ya visité en dos ocasiones anteriores. Es verdad, hay suciedad y pobreza, pero callejear por las estrechas y laberínticas calles de la zona histórica y recorrer las aldeas rurales del Valle de Katmandú es tan fascinante como entrar en el túnel del tiempo y retroceder dos o tres siglos.

Las imágenes en el templo de Katmandú son tan explícitas que la paloma parece no querer mirarlas

Muchas cosas han cambiado desde mi anterior visita, en 2000, pero la más importante es que entonces era un país monárquico y hoy, tras la abolición de la monarquía, es una república. Un cambio que se comenzó a generar en 2001, cuando el hijo del rey y heredero asesinó a toda la familia (ocho personas) y se suicidó porque le impedían contraer matrimonio. Sólo se salvó un hermano del rey porque estaba ausente, por lo que fue designado sucesor, aunque su reinado apenas alcanzó hasta 2008, año de proclamación de la república. Hoy el Palacio de la Familia Real es un museo que conserva todo el mobiliario de antaño incluyendo una galería de fotos con las recepciones reales a muchos jefes de Estado del mundo, en la que localizo a los anteriores reyes de España, Juan Carlos y Sofía, que visitaron Nepal en 1987, según se indicaba en la foto.

El centro monumental de Katmandú es la plaza de Durbar, donde se encuentra el antiguo Palacio Real rodeado de numerosos templos y edificaciones asombrosas de marcado estilo nepalí, único en el mundo. Paseando por la zona me tropiezo con el templo Jagannath, situado frente a la entrada del Palacio Real, hoy habilitado como museo. El edificio cuenta con una gigantesca cubierta cuya sujeción está reforzada con puntales de madera profusamente decoradas. En la parte baja de dichos puntales, hay unas figuras de reducido tamaño pero que no pasan inadvertidas para los turistas que visitan el templo. Sabía de la existencia de imágenes eróticas en templos nepalíes pero sin más referencias. Es por ello que no puedo ocultar mi sorpresa cuando constato que en cada uno de los muchos puntales hay imágenes que algunos califican de eróticas pero que son abiertamente pornográficas, ya que muestran a parejas, tríos e incluso grupos practicando el sexo en numerosas y atrevidas posturas.

El imponente Templo del Sol en Konarak, la India

Allí están, sin que nadie se escandalice, en un edificio tan sagrado como un templo hinduista, la religión mayoritaria en Nepal. Y por supuesto, no es una excepción. En las tres plazas Durbar de Nepal, situadas en Katmandú, Patán y Bhaktapur, todas ellas monumentales y declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, hay algún templo con profusión de imágenes de sexo talladas en madera, generalmente en los puntales que sujetan las cubiertas. En algunos casos incluso se llega a la zoofilia, en una concepción de las relaciones sexuales sin tabúes. Además, estos puntales con reproducciones de sexo no están escondidos o restringidos, ya que se encuentran en el exterior del edificio, a la vista de todo el mundo.

Figuras que decoran el exterior del Templo del Sol

Hay muchas teorías para explicar esta exhibición tan explícita y abundante de escenas de sexo en la religión hinduista y aunque no voy a entrar en ellas, lo que parece estar claro es que cuando se construyeron los templos, algunos de ellos hace ya más de un milenio, la sociedad de entonces era mucho más permisiva al respecto para tolerar, e incluso santificar en las paredes de los templos, escenas tan íntimas y atrevidas que hoy serían calificadas de obscenas y degradantes.

Otra de las imágenes del Templo del Sol

Los templos de Nepal son un ejemplo ilustrativo de este “arte erótico”, como se le suele llamar, aunque insisto en que lo de pornográfico le cuadra mucho mas, pero las muestras más destacadas se encuentran en la India, y entre todos ellas destacan las de los famosos templos de Khajuraho y el templo del Sol.

Una de las gigantescas ruedas del Templo del Sol

El templo del Sol se encuentra en Konarak, al Este de la India y comparto la opinión de quienes lo consideran uno de los templos más impresionantes de entre los miles existentes en este país. Lo visité hace algunos años dentro de un recorrido por el Estado de Orisa. En este edificio religioso se exhiben imágenes de penetraciones sexuales esculpidas sobre piedra arenisca que son más antiguas y de mayor calidad que las nepalíes, aunque también más deterioradas por el paso del tiempo y por, en algunos casos, el vandalismo. Las figuras eróticas decoran el gigantesco templo de piedra arenisca que representa un gran carro con 24 ruedas tirado por caballos.

Uno de los 22 templos eróticos de Khajuraho, la India

En cuanto a los templos de Khajuraho, son los que tengo más lejanos en el tiempo ya que los visité hace 30 años. Son los únicos que reciben el nombre de templos eróticos y normalmente se incluyen en los tours que recalan en Benarés, la actual ciudad sagrada de Varanasi, situada a unos 450 kilómetros, una distancia relativamente corta para un país tan extenso como la India.

Santón en el templo de Pasupatinath de Katmandú

Khajuraho llegó a contar con hasta 80 templos aunque en la actualidad sólo quedan 22 en buenas condiciones. También son Patrimonio de la Humanidad. Las imágenes con prácticas sexuales están reproducidas en las fachadas de algunos templos, construidos en granito y arenisca, y son también de gran calidad. Khajuraho y el Templo del Sol son los más famosos templos eróticos, pero ni mucho menos los únicos, ya que las imágenes relacionadas con el sexo se prodigaron y subsisten en numerosos templos hindúes. Una situación que contrasta con las restricciones a las que la mujer está sometida actualmente en aquél país.

El templo tibetano de Boudhanath, en Katmandú

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