Aunque la inteligencia artificial avanza a pasos agigantados, hay ocasiones en las que se evidencia que difícilmente llegará a ser como la humana. Uno de los campos donde más a menudo suele visualizarse que la robótica tiene sus limitaciones es en las traducciones automáticas.

Numerosas webs y organizaciones hacen uso de estos sistemas, que ahorran mucho trabajo pero que si no cuentan con una revisión humana pueden dar lugar a situaciones confusas e incluso cómicas.

Los vendedores de Amazon recurren mucho a las traducciones automatizadas de sus productos para llegar al mayor número de mercados extranjeros y eso a veces "se paga".

Uno de los últimos ejemplos es el de un producto infantil, un Baby Born, que en su descripción se publicita como un juguete que es "al mismo tiempo el bebé que quiere asesinar y acompañar a grandes aventuras en realidad y imaginación".

No es la única vez que en ese mismo texto se destaca la "criminal" traducción automática, puesto que un párrafo antes también se expone que "el juego con Baby Born es muy variado. Hoy es el bebé que se está asesinando, mañana la novia y el compañero para grandes aventuras en realidad y imaginación".

Hay infinidad de publicaciones en las redes sociales que se mofan de la poca pulcritud que tienen los ingenios informáticos a la hora de traducir idiomas:

Y mientras tanto, tantos traductores en el paro.