Joan Ripollés se acerca a sus obras y las toca con los dedos curvados por las infinitas horas de trabajo. Como si las viera por primera vez y quisiera cerciorarse de que lo que está observando es nuevo, diferente. "Ni mejor ni peor, lo que yo digo es que he aportado algo nuevo a la técnica del grabado". El artista de Castellón inauguró ayer una exposición en el Club INFORMACION, organizada junto a la CAM y al Ayuntamiento de Alicante, en la que realiza un recorrido por su etapa de grabador a lo largo de treinta años.

En esta muestra, que permanecerá abierta hasta el 10 de enero, el pintor y escultor es consciente, y así lo explica, de que lo que los asistentes pueden ver supone un paso más en la evolución de esta técnica, con lo que él denomina "grabado matérico". Por eso, dice que es "la misma técnica", pero con una aportación más. Añade virutas metálicas, cereales, arena y cristal de murano, esto último como un escalón más en su investigación. "Algún discípulo tengo ya en mi taller, pero sobre todo de Europa porque en España todavía hay mucho orgullo", apunta.

Todo ese trabajo, asegura el artista que expone también sus esculturas en el Paseo del Puerto de Alicante, fruto de "los errores de la curiosidad", de "los fracasos que para mí son experiencias", de "los fallos que me sirven para aprender".

Los asistentes pudieron contemplar medio centenar de grabados, dos de ellos que se exponen por primera vez, además de cuatro pequeñas esculturas realizadas en resina y tres en cristal de murano. "Soy una persona trabajadora, que me dedico a la plástica porque no me interesa hacer otra cosa" y que considera que "el arte es una ciencia de sentimientos".

De momento, Ripollés mantiene "la constancia de seguir un camino, que es lo que hace avanzar... y sigo teniendo la ilusión por trabajar intacta. La meta ha sido encontrarme a gusto con lo que hago. Yo una vez que pongo el huevo me da igual cómo lo cocinen".

El artista recorre la sala observando sus propios grabados. "Los veo aquí y no me parece que los haya hecho yo". Y es que "cuando hago las cosas no las pienso, las siento, me salen como algo natural, no me esfuerzo por ver cómo hago las cosas. Salen como tienen que salir, como tienen que ser".

En el acto de inauguración estuvieron presentes José Andrés Maroñas, director de zona CAM en Alicante, que lo definió como "uno de nuestros más grandes, geniales y prestigiosos artistas", y Gertru Gómez, técnico del Patronato de Cultura, que acudió en nombre del concejal de Cultura, Miguel Valor, que destacó la importancia de iniciativas que permiten ver "obras tan sugerentes como éstas".

Por su parte, el comisario de la exposición, Eduardo Alcalde, que apuntó la característica diferenciadora de los grabados de Ripollés, no solo por la técnica "sino por el uso de un papel que él mismo fabrica porque necesita que sea muy grueso para poner la materia". Aseguró que "trabajar con él es fácil y sencillo" y lo definió como "un investigador que llega a muchos lugares por intuición".