Si en su anterior novela sobre la España colonial, Annobón, quebrantaba los géneros literarios, en su nuevo libro Luis Leante se adentra ahora en la literatura dramática, un género cuya escritura ha practicado desde que tenía 20 años pero al que nunca había podido dar forma de libro. Ahora, con 55, el escritor murciano afincado desde hace años en Alicante ha visto el momento de publicar tres de sus textos teatrales con la pequeña editorial independiente Murcia Libro y el próximo 25 de enero los presentará al público bajo el título de Se ofrece mezzosoprano para labores del hogar y otras dos piezas breves en la librería Libros 28 de San Vicente del Raspeig.

Este pequeño volumen de 136 páginas reúne tres textos dramáticos, uno de ellos inédito -el que da título al libro, Se ofrece mezzosoprano para labores del hogar- y otros dos ya representados en los últimos dos años - Fuera del tiempo y La puerta-. El primero, el más reciente, es una obra teatral convencional más larga que el resto, un monólogo de una mujer que hace repaso de su carrera con su amante; el segundo texto, de 40 minutos, plantea cómo sería la vida si viviéramos doscientos años, que se acerca más al teatro del absurdo, y el tercero es una pieza de microteatro donde dos personas intentan entrar a una oficina de reclamaciones y no lo consiguen.

Estas dos últimas piezas, explica Leante, se acercan más «al teatro del absurdo y experimental, algo surrealista», donde las influencias de Beckett o Ionesco se palpan en las obras «pero también hay cosas de Jardiel Poncela, y aunque los textos no son humorísticos, los temas se tratan entre la acidez y el humor, que siempre esta ahí, hasta en lo más dramático».

Leante, Premio Alfaguara 2007 y más conocido por su faceta de novelista, también juvenil, reconoce que «el teatro es algo que escribo desde siempre, al mismo tiempo que la novela. Habré escrito más de veinte obras en distintos formatos, incluso tengo una obra musical con treinta actores en escena que nunca se ha llegado a representar porque necesitaba mucha producción. Cuatro de ellas han sido escenificadas - Tópicos, típicos, cómicos, los dos antes citados y Luna de hiel-, pero lo que pasa con estos textos es que si no se publican, desaparecen y para mí era un reto hacerlo, era algo que tenía pendiente».

El autor mantiene que la literatura dramática es «la hermana pobre, el género editorial más olvidado, más incluso que la poesía, así que cuando me lo propuso el editor Francisco Serrano no me lo pensé».

Aunque la finalidad es que los textos teatrales se representen, Leante «reivindica el texto teatral» y considera que «también es importante tener una visión del teatro, que se publique y que se lea» y precisamente en unos meses publicará otra pieza dramática, Los resistentes, tras recibir hace unos días la mención especial del jurado en el XIII Premio El Espectáculo Teatral, convocado por Ediciones Irreverentes, que editará el texto el próximo mes de marzo, con lo que Leante pasará a publicar dos libros teatrales en apenas cuatro meses.

Respecto al atractivo del teatro para el autor, no deja ninguna duda: «Del teatro, como se dice del cerdo, me gusta todo. He soñado con ser taquillero, apuntador, director, actor, técnico de luces, dueño de un teatro... No hay nada que no me guste del teatro, me apasiona todo, hasta el espacio físico. De pequeño había un teatro enfrente del colegio y siempre me ha producido una emoción extraña», destaca.

A su juicio, la fuerza de la escena reside en que «ves lo que ocurre a tu alrededor con personas de carne y hueso, no hay nada más verosímil y más real que eso», a diferencia de una novela, por ejemplo, donde «hay un pacto entre el autor y el lector para imaginar, hay más distancia».

Él no tiene nigún problema en cambiar de un género a otro «porque no considero ninguno mejor o peor, en el fondo todos son herramientas distintas para contar historias y todo depende de la historia que quieras contar en ese momento», aclara Leante, que ahora se encuentra en la recta final de la escritura de una nueva novela juvenil. Tras recibir el Premio Hache de los lectores y el Premio Edebé por Huye sin mirar atrás, el escritor continúa dedicado a este público con una historia sobre la diferencia generacional entre un padre roquero y trasnochado y su hijo de 15 años.

La presentación de S e ofrece mezzosoprano para labores del hogar y otras dos piezas breves el 25 de enero contará con la lectura dramatizada de otra obra, El regreso de Ulises, con Estela Martín.