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Campana y se acabó

El actor Luis Larrodera, protagonista del último encuentro del Club de Opinión Ocean Race. «La entrevista con Chicho Ibáñez Serrador cambió mi vida», asegura el popular presentador

Bjorn Sandstrom, Martha Ortiz, Vicente Seva, Consuelo Reche, Luis Larrodera, Isidro Fernández y P. Arroyo.

El efecto un, dos, tres, responda otra vez lo lleva encima. No lo puede evitar. Por 25 pesetas, ciudades que empiezan por A. «¡Alicante! Me encanta todo lo que encierra la palabra. Incluso, no me importaría el día de mañana retirarme y vivir por aquí», confiesa Luis Larrodera. Mente ágil, voz profunda nada artificial y buena percha. Mientras habla, gesticula. Mucho. Expertos en comunicación siempre dicen que junto con la cara, las manos son la parte del cuerpo que más significado añade a nuestras conversaciones. Luis lo hace, aparentemente, de forma inconsciente. Un tatuaje asoma por el reverso de sus muñecas. «Son los nombres de mis dos hijas en japonés», comparte el zaragozano. «¡Son bonitos!», le digo aunque yo ni papa de japonés. Y me acuerdo de un amigo y de los riesgos de tatuarse frases o nombres en un idioma que no es el nuestro, la fascinación por la caligrafía no siempre va unida a la ortografía.

El director del Festival de Cine de Alfaz del Pi, actor, presentador, locutor de Cadena Dial y voz en off de Ven a cenar conmigo fue el protagonista del primer encuentro del año del Club de Opinión Ocean Race, presidido por Isidro Fernández. Allí compartió anécdotas y una trayectoria que tuvo un antes y un después de la mano de Chicho Ibáñez Serrador. «Chicho era Dios, me empeñé en entrevistarle. Al final, lo conseguí para la tele. Es la vez que más nervioso me puse. Está aquí, me dijeron. Me acerqué a saludarlo, me temblaban las piernas», recuerda. «En directo, me dijo: ¡Métete conmigo! ¡Que me insultes! Yo le contesté que mis programas eran de algodón de azúcar. Pero tiré los papeles y ahí empezó la entrevista que cambió mi vida», cuenta. «Pero, ¿te metiste con él?», pregunto. «Solo un poco», responde Luis.

El vamos que nos vamos, los amigos y residentes y hasta aquí puedo leer. Él fue el último presentador de la saga del mítico Un, dos, tres. «El primer programa lo vi en casa de Chicho. Mientras, hablaba con mis padres, orgullosos no veían lo que había que mejorar. Chicho era generoso, inteligente y muy culto. Le escuchaba y aprendía pero él no tenía intención de enseñar, no era pretencioso».

Está ultimando detalles del próximo festival de cine de Alfaz del Pi. Me enseña el cartel, «mira, recién salido del horno». De su padre, le viene la pasión por el séptimo arte. «El ritual del cine lo heredé de él. Me llevaba a los matinales y nos compinchábamos para ir a ver ET. Yo era de barrio obrero e ir al cine, al centro, era maravilloso. Comíamos pipas de un bote de Eko que mi madre rellenaba todas las semanas. Tengo la satisfacción de que mi padre se fue muy orgulloso de mí», comparte emocionado.

En el 2020, el Club cumple cinco años. Su presidente, Isidro Fernández asegura que «lo celebraremos de forma especial y continuaremos con el objetivo de abrir un espacio que ofrece oportunidades de formación, producción y promoción de actividades sociales y culturales». Entre los asistentes al primer almuerzo coloquio del club Ocean Race, Vicente Seva, director del Festival de Cine de Alicante; el escritor José Luis Ferris; Marina Beckett; el cónsul de Suecia, Bjorn Sandstrom y la empresaria Martha Ortiz; Consuelo Reche; Paloma Arroyo, de Aodi; la soprano Jovita Gómez Couto; Maribel Berna del Ateneo y muchos más.

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