La fotografía comienza a tomar posiciones en la ciudad con el pistoletazo de salida del festival PhotoAlicante, inaugurado oficialmente ayer con el Estudio elemental del Levante, una radiografía del paisaje del oriolano Ricardo Cases en Las Cigarreras. Esta y la de La Peluquería son dos de las siete exposiciones que levantan el telón este fin de semana, que se suman a otras ocho ya instaladas y a disposición del público durante todo el mes de marzo.

La jornada más maratoniana es la de hoy, con cinco propuestas que inician su calendario expositico. Entre ellas, Great expectations, el último trabajo de la fotógrafa Helena Goñi en el Centro 14, un cuerpo de imágenes que tienen de especial tanto lo que hay en ellas como lo que no hay, como todo lo que las circunscribe, aquello a lo que no se tiene acceso visual porque es allí dónde surgen las preguntas.

Soulpeckers Tattoo & Gallery acoge ISO 2020, una exposición interactiva de Alejandro Lóen realizada con cámara cuadrascópica, realidad aumentada y códigos QR. Esta cámara de 35mm, Nimslo 3D, captura cuatro imágenes simultáneas desde perspectivas ligeramente diferentes y la secuencia en loop da como resultado una imagen tridimensional presentada como gif.

La alicantina Paloma Blanco presenta en Grupo Salvaje la divertida propuesta Tapados, una muestra de pintura en la que interviene fotografías de revistas porno vintage, reinterpretando la técnica ancestral de pintar bigotes, cuernos o dientes negros a carteles, portadas de discos o fotos.

Y la Lonja del Pescado inaugura dos proyectos. Por un lado, la colectiva Después del documento. Fotografía portuguesa de la nueva década, con obras de diez autores: Ana Rego, Bruno Silva, Carlos Trancoso, Ddiana Sá, Fátima Abreu Ferreira, Inês Fernandes, José Alves, Miguel Vieira Pinto, Pedro Maheiro y Raquel Calviño. Por otro, se presenta Bestiario, un proyecto de autorretratos de Gabriela Rivera en el que construye máscaras que representan bestias contemporáneas, basadas en apelativos utilizados en el lenguaje cotidiano para denigrar a las mujeres en los que la palabra ofensiva se refiere a un nombre de animal real o de fantasía, ya sea perra, zorra, cerda, víbora, etc.