La Fundación Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes ya es historia. El patronato de la institución reunido hoy telemáticamente por primera vez, ha dado forma oficial a la desaparición de esta entidad anunciada hace un año cuando el Banco de Santander se retiraba de ese organismo.

El patronato ha aprobado a extinción de la fundacion y la distribución de los bienes y derechos resultantes de la liquidación, que supone que la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes y el proyecto de digitalización Impact se quedan en la Universidad de Alicante. "Teníamos tres grandes proyectos en la Fundación, la Biblioteca Virtual, cuyos bienes y derechos pasan a la UA; la Cátedra Vargas Llosa, que pasa a la Fundación Inernacional para la Libertad -constituida para estrechar las relaciones entre Latinoamércia, EE UU y España bajo el signo de la libertad-, también presidida por Vargas Llosa; y el Centro Impact, que pasa a ser gestionado por la Fundación General de la UA", tal como ha asegurado el rector de la Universidad de Alicante y miembro del patranato, Manuel Palomar.

El rector considera este paso una buena solución, ya que "recuperamos la Biblioteca Virtual, que gestionará íntegramente la UA, como cuando se fundó. Creo que esta distribución ha sido adecuada porque vamos a seguir gestionando la BVMCy el Impact con todo lo que conlleva".

En cuanto al tema económico, Palomar recordó que el Centro Impact se subvenciona a través de fondos europeos y la biblioteca la asume la UA. "No con el coste íntegro que tenía porque no podemos, pero el no tener la Fundación en Madrid aligera muchos costes, por lo que continuaremos con los 600.000 euros que poníamos anualmente".

Ahora se abre el proceso de liquidación. Toda la documentación se envía al Protectorado, que debe aprobar la extinción de cualquier fundación, algo que se puede dilatar a lo largo de tres o cuatro meses. "Nosotros ya hemos aprobado el balance, las cuentas anuales y ya está, nosotros la damos por disuelta".

Un proyecto "no prioritario"

La Fundación BVMC, presidida por el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, fue sufriendo la retirada de aportaciones por parte de los patronos -entre los que se encuentran la Fundación Botín, diversos ministerios, el Instituto Cervantes y la Fundación Sánchez Ruipérez- a raíz de la crisis, dejando a este organismo, creado en 2000, en manos de la Universidad de Alicante y de la entidad financiera, que hace dos años dejó de considerarlo un proyecto «prioritario» y fue bajando la cantidad destinada a la fundación marcando como fecha definitiva de su salida 2020.

Esta decisión llevó a la Universidad de Alicante a asumir la gestion de este centro, dirigido por Jesús Pradells; disolver la sociedad mercantil Taller Digital, creada en 2004 para dar soporte técnico a la BVMC, e incorporar a la mayor parte de los 25 trabajadores como propios.

El presupuesto que manejó la Fundación Biblioteca Virtual el año pasado, prorrogado del de 2018, superó el millón de euros. De ellos, el Santander aportó 600.000 euros, igual cantidad que la Universidad de Alicante.