Parece complicado que mirando su obra Autorretrato se pueda conocer la personalidad de Carmen Calvo (València, 1950). Pero no lo es tanto. Un compás, un zapato de tacón, una herradura, un reloj, una foto, unos guantes, un marco, un hacha, una máscara... La mirada a la cultura popular, la negación ante la pérdida de la identidad, la denuncia de la mujer sin libertad. Eso forma parte de la esencia como persona y como artista de Calvo.

Esta obra, perteneciente a la Colección Fundación Mediterráneo, se cuelga en las paredes del Museo de Arte Contemporáneo de Alicante y la artista volverá a reencontrase con ella hoy, a las 19 horas, cuando visite el MACA para participar en un encuentro con el crítico y comisario Alfonso de la Torre. «Hemos trabajado mucho en exposiciones en las que él ha sido mi comisario, por lo que conoce el lenguaje de mis trabajos perfectamente», asegura la Premio Nacional de Artes Plásticas 2013.

Este encuentro, que se enmarca en el ciclo del MACA Nuevas Narrativas, servirá para acercar al público a la trayectoria de Calvo desde los años 70, pero también para conocer los proyectos futuros «y las nuevas técnicas que estoy desarrollando», apunta la creadora, considerada una de las grandes representantes del arte conceptual en nuestro país.

«Las obras necesitan un tiempo para respirar y que se puedan mantener con el tiempo». Por eso, afirma, «veo que esta pieza es directa, que habla de problemas actuales y al mismo de un mundo personal, por eso sigue teniendo presencia en muchas exposiciones».

Desde el pop-art al arte povera, pasando por la abstracción informalista y las raíces conceptuales, su arte ha conseguido crear un lenguaje muy personal y cargado de intenciones. Conocidos y reconocidos son sus retratos de mujeres en los que reivindica su libertad ante la opresión o la violencia, a través de rostros tapados o censurados. Una imagen que en la situación actual cobra mayor relevancia al ser no solo una realidad conceptual sino física, con el hecho de llevar mascarilla. «Siempre la realidad supera la ficción; estamos viviendo unos momentos de angustia, enfermedad, muertes... aunque no sabemos de qué nos protegemos». Y reconoce que esa sensación, «esa angustia, la he manifestado y manifiesto en mis obras».

"En mis obras hablo sobre todo de mujeres, pero el arte no es un problema de sexo sino de seso y reivindicación"

Carmen Calvo, que en 1997 representó a España en la Bienal de Venecia, destaca, no obstante, que en sus trabajos habla «del ser humano, la vida, las familias, los niños, los ancianos y, sobre todo, hablo de mujeres y como mujer me manifiesto. Pero el arte no es un problema de sexo sino de seso y reivindicación».

Como la que la exposición Invitadas pretendía hacer en el Museo del Prado, pero que ha recibido muchas críticas por el tratamiento y el discurso de la muestra. «Hemos conseguido avances en la lucha por los derechos de las mujeres, algo que puedo decir por mi edad, pero es una lucha que no hay que abandonar». Por eso, es un tema que nunca deja de lado en sus obras. «Hay muchos intereses, pero nosotras, las mujeres, no estamos dentro de ellos».

La artista, que asegura tener «muchísima empatía» con la vicepresidenta del Gobierno con la que comparte nombre y apellido, considera que el arte «es una continuación de formas de ver y pensar a través del tiempo». Cambian las técnicas, «pero se sigue hablando del ser, de la humanidad, de los sueños... como lo plasmaron Goya o El Bosco».

Calvo, que tiene obra en numerosas colecciones y museos del mundo, asegura que la situación actual «no la he digerido aún, tengo una nebulosa de angustia». Por eso, sigue trabajando «sin pensar en esta epidemia, quiero de alguna manera estar firme, con ilusión, con empatía, para poder continuar; probablemente en algún momento lo reflejaré en mi obra».

Aunque proyectos se han caído, ahora está mostrando sus obras en PhotoEspaña Santander. «La cultura la tenemos que proteger en estos momentos con diferentes iniciativas para que nuestra presencia no decaiga».

Al fin y al cabo, «continuar reivindicando es mi papel, como artista y como mujer».