El historiador alicantino y especialista en arte Lorenzo Hernández Guardiola guardó en el cajón durante años una novela, El cementerio de los alemanes, que vio la luz en 2018 con la editorial Ulleye de Xàtiva. Al ver cumplido su sueño, y aunque fatídicamente falleció el día previo a su presentación en Alicante, el autor envió poco antes otro manuscrito a su editor Antonio López Alemany, que desempolvó del mismo cajón.
El nuevo libro, otra novela con transfondo histórico y pinceladas de arte, se titula El viaje y fue publicado en mayo de 2020. La pandemia ha imposibilitado fijar aún una fecha de presentación en Alicante del último viaje literario de Lorenzo Hernández Guardiola, en la que no faltará su amigo José Luis Ferris, también escritor, que participó el pasado verano en un homenaje sobre su obra.
Ferris recuerda que en 1999 el Instituto Gil-Albert publicó un relato de Hernández Guardiola sobre las últimas horas del pintor Van Gogh titulado con la fecha de su muerte, 27 de julio de 1890, «y ahí ya hablaba de naturaleza, de arte, de la fusión del hombre con el mundo, con reflexiones valiosas sobre la vida. Y hasta veinte años más tarde no se publican estas dos novelas que tenía guardadas en el cajón».
En El viaje, el protagonista es otro pintor, en este caso Diego Velázquez, y la historia se enmarca en el conflicto de la guerra de los Treinta Años (1618-1948), con un Imperio español en el pozo mientras la hegemonía europea se dirime entre el orden tradicional y el moderno.
«Es en esa lucha donde mete la acción Lorenzo con Velázquez de protagonista, que viaja en misión secreta por orden del conde-duque de Olivares a ver al Papa Urbano VIII para lograr su apoyo a favor de la monarquía hispánica. A partir de ahí empieza la aventura con todo el recorrido que el artista realiza por Italia», explica Ferris.
El pintor de cámara del rey Felipe IV pasa por ciudades como Milán, Venecia, Ferrara, Bolonia, Bomarco, Roma, Nápoles y entra en contacto directo con el centro de la pintura europea y accede a obras que solo estaban al alcance de los más privilegiados, hechos que marcan un cambio en la trayectoria del pintor.
«Lorenzo siente pasión por la Historia, por sus personajes y por sus hechos, le encanta mezclar sus conocimientos con personajes imaginarios y aquí se siente como pez en el agua, el pleno siglo XVII, que conoce a fondo, y donde pone a disposición del lector su dominio de la literatura, de la historia y del arte e incluso de la docencia», explica el escritor sobre esta obra, que combina la formación académica y la narración llena de intriga «de forma muy amena».
«En El viaje destaca una parte de la novela narrada desde el punto de vista de Hernando de Toledo en un diario, una especie de Sancho Panza que le acompaña», subraya José Luis Ferris sobre la novela, tras añadir que en ella «ay historias de amor, reales y de ficción, y se acaba creando un fresco muy claro de la época».
Esta novela se suma ahora junto a Sal Azul (Premio Gabriel Sijé 1993), Fragmentario (1986) o la citada El cementerio de los alemanes a su obra narrativa, escasa frente a sus publicaciones sobre historia o arte, pero, como él mismo dijo: «La literatura es, sobre todo, distracción, pero si encima te permite pensar, mucho mejor».
Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de València y Sant Jordi de Barcelona, Hernández Guardiola fue subdirector de exposiciones retrospectivas del Instituto Gil-Albert entre 1995 y 2007 y asesor científico del Museo de Bellas Artes de València, además de comisario de grandes exposiciones, como la de La luz de las imágenes. La faz de la eternidad que se celebró en Alicante entre abril de 2006 y enero de 2007.
