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Fotograma del documental Guerrero, la cabeza entre las manosVICENTE J. PÉREZ/ INFORMACIÓN

El arte de Guerrero llevado al cine

El director Mario-Paul Martínez afronta su segundo rodaje tras estrenar Arcadeología

Mario Paul-Martínez es profesor del departamento de Arte de la Universidad Miguel Hernández, al igual que la artista Susana Guerrero, y ambos suelen coincidir entre clase y clase. Allí le expuso ella que necesitaba algún vídeo de su obra para enviarlo a galerías y festivales y lo que al principio iba a ser un pequeño audiovisual que no interesaba en exceso a Martínez ha acabado convirtiéndose en un cortometraje documental de veinte minutos sobre el proceso creativo de la artista, que terminó fascinando al realizador. La producción comenzó a rodarse seis meses atrás y el resultado se estrenará el 11 de septiembre en la clausura de la última exposición en la que participa la ilicitana, el macro-proyecto Iberoamericana, en Toro (Zamora), junto a cuarenta creadoras españolas y mexicanas.

Guerrero, la cabeza entre las manos es el título del documental rodado entre Elche y Toro bajo la dirección de Mario-Paul Martínez, que el mes pasado estrenó en cines de toda España su película sobre el origen de los videojuegos, Arcadeología, y se encuentra ya en ruta por festivales de cine.

Susana Guerrero, en su taller de Elche, durante la grabación del documental.

Tras su debut en la dirección, Martínez se quedó con el «gusanillo» de seguir rodando y la muestra de la artista en Toro fue decisiva para volver al formato documental. «Expone en una iglesia, la de Santa Catalina -que fue decapitada, un tema recurrente en la obra de Guerrero- donde hay unos frescos únicos del periodo gótico que están firmados por una mujer, Teresa Díaz. Susana trabaja mucho con los mitos, las decapitadas, las mujeres, y ahí ya lo vi claro», explica Mario-Paul, que añade entre bromas: «Nos ha quedado una obra muy mística, como ella».

Guerrero, la cabeza entre las manos «muestra cómo se gesta esa obra, desde los primeros bocetos, cuando Susana aún no sabía ni lo que iba a hacer, hasta los materiales que va utilizando, como la recogida del agave o el proceso de tejer el cable que usa en las piezas», explica el responsable del documental, que cuenta con Vicente J. Pérez en la fotografía y a Miguel herrero en la producción con Cinestesia.

El arte de Guerrero llevado al cine

El taller de Susana Guerrero, la facultad de Bellas Artes y la iglesia de Santa Catalina en Toro son los tres escenarios del documental, que también incluye entrevistas a la conservadora del MACA, Rosa Castells; a los galeristas de Guerrero en Nueva York, Thomas y Christine Jaeckel; y al crítico de arte Joaquín Badajoz.

La artista, que ya fundió su arte con el de la coreógrafa Asun Noales en Rito, experimenta ahora con otra disciplina a través de su papel protagonista y afirma haber disfrutado viendo de cerca cómo se plasma el relato de su obra desde otro punto de vista. «Rodar es un lío que no te imaginas. Y cuando pones una cosa de una manera, ya no lo puedes mover para que no haya fallo de raccord, todo eso en mi taller y yo con el tiempo justo para hacer las piezas», apunta Guerrero, a quien le atrajo la idea del «trabajo muy de equipo» y disfrutó viendo «cómo el storyboard de Mario-Paul luego se grababa en el mismo encuadre que había dibujado».

Ella destaca que es una oportunidad de ver «el proceso de recolección de los materiales, los bocetos, los cuadernos, el trabajo que no se ve y que hay detrás de una exposición».

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