El Museo de Aguas de Alicante reabrirá sus puertas el próximo 15 de septiembre tras año y medio cerrado por la pandemia. Un tiempo que ha sido aprovechado para transformar digitalmente este espacio -dedicado a conocer el ciclo del agua en la historia de la ciudad y divulgar la importancia del cuidado de este bien escaso- y adaptarlo a la situación actual con todas las medidas sanitarias anti-covid.
El museo, así como los Pozos de Garrigós subterráneos contiguos que se utilizan como espacio cultural, es una apuesta conjunta de Aguas de Alicante y el Ayuntamiento de la ciudad y por sus instalaciones, desde la inauguración del museo en 2009, han pasado más de 160.000 personas.
El 60 por ciento de las visitas corresponde a centros escolares y esta ha sido una razón de peso para transformar sus actividades interactivas «con el fin de evitar el contacto con las manos y minimizar el riesgo de contagios», señaló ayer en la presentación el director general de Aguas de Alicante, Javier Díez Pérez, que recordó que la entrada es gratuita y el aforo será de unas 30 personas por sala tras las nuevas medidas sanitarias acordadas.
Entre las novedades introducidas destacan los menús interactivos con tecnología leap motion que reconocen las manos del usuario y le permiten seleccionar las distintas opciones sin tener que tocar nada en las pantallas que se distribuyen por el museo, como en el juego Aqualogía, dedicado a concienciar sobre el uso del agua, o en la simulación para conocer el estado de las tuberías de la ciudad.
La primera planta, la más educativa e interactiva, ofrece también un videomaping que muestra el ciclo natural y urbano que sigue el agua a través de proyecciones de vídeo y luz sobre un mapa tridimensional de la ciudad.
También en este nivel se encuentra un panel interactivo de realidad aumentada que permite el reconocimiento facial para poder responder a un juego de preguntas solo con los movimientos de cabeza.
Una instalación al estilo de las viñetas de la 13 Rue del Percebe explica cómo funciona el esquema hidráulico del agua en cualquier vivienda y en otro espacio se muestran experimentos científicos relacionados con la densidad, flotabilidad o las ondas del agua.
En la segunda planta se muestran la tecnología que aplica la compañía en sus proyectos, donde destacan algunos de los más recientes: el City Centinel y el iOn Beach. El primero analiza los restos de coronavirus en las aguas, «una especie de PCR a las aguas residuales que se realiza cada semana e identifica las variantes», indicó Díez Pérez y el segundo, mediante grabaciones time lapse, muestra el flujo de ocupación de las playas del Postiguet y Albufereta.
En la planta baja se mantiene la historia de la llegada del agua a la ciudad con la incorporación de una audioguía en seis idiomas, mientras que en los Pozos de Garrigós, formado por tres grandes aljibes subterráneos, se ha instalado una cortina de agua que da la bienvenida y una proyección sobre la roca para que el visitante recree la recogida del agua.
