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Carmen Linares CANTAORA

«Evolucionar en el flamenco es necesario y muy sano»

Dice que cuando se reencontró con el público se le erizó la piel. «Me parecía estar en otro planeta», asegura Carmen Linares que el viernes actúa en Alicante, dentro del ciclo flamenco de Fundación Mediterráneo. Cantará sus 40 años de flamenco. Con ella estarán Lorca, Miguel Hernández... «lo más importante de mi carrera».

La cantaora Carmen Linares. | EFE

¿Cómo se ven esos 40 años de flamenco?

Pues muy bien. He tenido la suerte de poder dedicarme a lo que me gusta y vivir de ello. Es verdad que el escenario es muy duro, sobre todo cuando te tomas la profesión de esa manera que yo pienso que hay que tomársela: salir el escenario a dar el máximo, poner el flamenco en lo más alto y, lo más importante, transmitir al público, que se emocione. Y eso no siempre se consigue. Pero luego también te compensa. Yo le he dado al flamenco mi vida pero el flamenco me ha dado mucho más, la oportunidad de desarrollarme, de recorrer el mundo.

Lorca, Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez… ¿Hay flamenco en la poesía o hay poesía en el flamenco?

La poesía va unida al flamenco; es la letra y la melodía del flamenco. La poesía culta, digamos, hay veces que requiere un tratamiento especial porque no toda la poesía tiene la métrica de los estilos del flamenco. Por eso nosotros tenemos que ponernos al servicio de la poesía y ver el carácter del poema y si encaja con el cante que queremos. Y si no encaja, hay que buscar otra música. En la poesía de Juan Ramón costó más trabajo. En cambio con Miguel Hernández me encajaba perfectamente. Lees Andaluces de Jaén y ves la métrica flamenca enseguida. Es una poesía muy directa... qué gran poeta tenéis, de verdad.

Pertenece a una generación, junto a figuras como Paco de Lucía, Camarón, Mercé y Morente, que marca un antes y un después en el mundo flamenco. ¿Qué ha aportado este colectivo?

Es una generación a la que estoy muy orgullosa de pertenecer. Creo que hemos vivido el flamenco con mucha intensidad. Y hemos tenido la suerte de que era una época en la que nos escuchábamos mucho y eso es importante porque para un artista es clave tener contacto con otros artistas. Somos artistas flamencos que hemos evolucionado con nuestro tiempo, algo que es necesario y muy sano. Ha sido una generación muy valiente y muy rompedora.

¿Ser heterodoxo en el flamenco es más fácil ahora que hace 20 años?

Absolutamente. Antes estábamos más prisioneros... bueno, no es la palabra; estábamos coartados. Y a pesar de eso hemos hecho muchas cosas. Es verdad que hay que conocer los pilares del flamenco y ser fiel a tus raíces, pero tienes que volar y ser tú mismo porque si no, no eres auténtico.

¿Qué significa que el flamenco haya sonado en el Carnegie Hall de Nueva York, el Barbican Center de Londres o el Teatro Real de Madrid?

Significa que el flamenco es universal y que está en los mejores escenarios del mundo porque tiene una gran calidad. Yo en el año 73 hice mi primera gira al extranjero y fui a Nueva York, al Carnegie Hall, pero iba cantando para el baile. Ya entonces bailaores y guitarristas flamencos recorrían el mundo. El cante es distinto, aunque luego volví allí como solista. La sensibilidad, el oído y el corazón lo tiene todo el mundo en el mismo sitio.

Tiene el Premio Leyenda del Flamenco, que no es poco. Si tuviera que definir su aportación a este arte, ¿qué diría?

Es difícil que un artista hable de sí mismo, de lo que ha aportado. Cuando un artista es honesto con su arte, se entrega, pone el flamenco con la mayor dignidad posible y se da en un escenario, pues se valora y eso se agradece. Si he aportado algo pues maravilloso.

Su colaboración con artistas de otras generaciones y estilos ha sido un puntal de su trayectoria. ¿La mezcla suma?

A mí me piden una colaboración para un disco de Sabina y canto Pongamos que hablo de Madrid, pero claro a mi manera. O un homenaje a Serrat, pues hago Poema de amor y lo interpreto con mi estilo. Siempre va a haber ese aroma de flamenco. Y eso enriquece a un artista. Cuando se hacen fusiones, siempre que se haga con conocimiento, pueden salir cosas que perduran.

¿Cómo escucha su voz ahora, después de una trayectoria tan larga?

Pues me escucho bien. No tengo la voz que tenía hace 20 años, pero tengo más sabiduría y una forma de cantar que lógicamente ha cambiado porque yo he cambiado. Hago cosas que antes no hacía y antes hacía cosas que ahora no hago. Estoy más en el fondo que en la forma; me preocupa menos poder aguantar la respiración más tiempo porque lo que intento es que a la gente le llegue. Mientras tenga cosas que decir voy a estar.

¿Para cuándo nuevo disco?

Estoy un poco en un impasse porque este espectáculo lo teníamos en gira y se canceló, y lo estamos retomando. Pero siempre hay cosas en la cabeza que te quedan por hacer. Cuando acabe esta gira a ver qué se me ocurre.

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