Entrevista | María Esclapez Psicóloga y escritora

"Nosotros mismos podemos ser nuestros peores haters"

La psicóloga presenta este lunes su cuarto libro, "Tú eres tu lugar seguro", en Alicante

María Esclapez, psicóloga y escritora.

María Esclapez, psicóloga y escritora. / INFORMACIÓN

María Esclapez es psicóloga especializada en psicología clínica y de la salud, especializada en sexología clínica, terapeuta de parejas y sex coach. A lo largo de sus años de experiencia ha logrado compatibilizar la atención sanitaria a pacientes con la divulgación de contenidos de salud mental y de relaciones de pareja en sus redes sociales, en medios de comunicación a nivel nacional y en ayuntamientos, institutos y universidades de toda España. Este lunes presenta su cuarto libro Tú eres tu lugar seguro en la librería 80 Mundos de Alicante.

 El libro se titula Tú eres tu lugar seguro. Parece un hecho obvio, pero entendemos que para muchas personas no lo es.

Nos hemos acostumbrado en general a no mirar dentro y escuchar como habla esa voz nuestra interior, ese diálogo interno. No nos hemos parado a hacer esa introspección nunca hasta que uno pues o va al psicólogo o decide ver de qué manera se trata. Hemos puesto siempre el foco en lo que hay fuera, en las relaciones que tenemos. Es súper importante esa voz interior, esa manera que tenemos de tratarnos a nosotros mismos en el día a día y cuando las cosas van mal, cuando no nos salen bien o cuando cometemos errores. En los últimos años ha habido un movimiento de quiérete y de amor propio.

¿Qué es tener amor propio y ser un lugar seguro para uno mismo?

Tiene que ver mucho con la compasión que tengamos con nosotros mismos. Si nos lo proponemos podemos llegar a ser nuestros peores haters, creo que no hay peor crítico que uno mismo porque tendemos a machacarnos y a exigirnos. En momentos en los que necesitamos todo lo contrario porque exigirnos, por ejemplo, para conseguir cosas está bien, pero exigirnos cuando hemos cometido un error, cuando estamos frustrados por lo que sea... ahí no necesitamos que nos machaquemos, ahí necesitamos que nos digamos: "Te abrazo, te entiendo. No pasa nada lo conseguiremos en otro momento". Creo que eso nace de la compasión, de cambiar ese diálogo interno, pero cambiarlo de tal manera que sea una compasión que no nos deje en el lugar del que partimos, sino que también nos permita avanzar.

"Hay también una predisposición genética que nos condiciona muchas veces también en tener problemas a futuro o no"

 Perdonarse a uno mismo, sanar heridas pasadas… son algunas de las cuestiones que se tratan en el libro, pero ¿todo el mundo tiene la capacidad de poder hacerlo? 

Todo el mundo tiene una vida con la que trabajar. Sí, todo el mundo tiene la capacidad de poder hacerlo, a solas o acompañado. Cuando me refiero a acompañado es al lado de un profesional, ya que es un trabajo más enriquecedor porque te guía y te ayuda. Es muy recomendable hacerlo porque atender a nuestra historia nos da explicaciones a cosas que nos pasan hoy.

¿Qué papel juega la infancia de cada uno a la hora de relacionarnos con los demás en la edad adulta?

Tiene un peso muy importante a la hora de aprender a relacionarnos con los demás y también con nosotros mismos. Marca luego cómo nos vamos a relacionar con los demás en la edad adulta. No hay que perder de vista que hay muchos factores también. Por eso yo me centro en eso en el libro, pero no hay que olvidar también esa predisposición genética que nos condiciona muchas veces también en tener problemas a futuro o no.

¿Cómo explica eso?

Con la metáfora de del vaso de agua. Imagínate que tenemos tres vasos de agua. Cada uno tiene un lleno diferente. El primero un dedito, el segundo está a mitad y el último está casi casi ya rebosando de agua pues esa es la predisposición genética, con lo que ya nacemos. Lo que nos va a decir si tenemos más o menos carga de tener depresión, ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo... Ahora entra en escena una jarra de agua que representa los factores externos, es decir, la infancia, la adolescencia y lo que nos va pasando. Va echando agüita en cada uno de los vasos, entonces eso es lo que va a marcar finalmente si voy a tener problemas y me va a dirigir incluso hacia qué problemas concretamente, esa combinación de factores.

"Observa como te tratas. Ahí tienes mucha información sobre como te relacionas contigo mismo"

¿Hasta qué punto puede ayudar este libro a aquellas personas que sienten que no pueden perdonarse a sí mismas un hecho del pasado?

Este libro es esas manos seguras a las que volver. Para que mientras estén leyendo digan tengo que tratarme mejor. Creo que sí que puede ser una buena guía para esas personas que en este momento se encuentran en ese punto de no poder perdonarse. A mí me hubiera gustado tener este libro hace unos años, al final esta información es un trabajo de investigación a la que yo le he dado una forma sencilla para que todo el mundo tenga acceso y no tenga que coger un libro súper técnico de psicología para poder entender todo esto. Mi misión en este caso ha sido transformar esa información.

¿Cómo identificar que alguien está siendo muy exigente con uno mismo?

Escuchándonos y observándonos. Cada vez que te enfades, que cometas un error, que algo salga mal. Observa como te tratas. Ahí tienes mucha información sobre como te relacionas contigo mismo ya que es en esos momentos cuando realmente descubre de qué forma te tratas.

Desde la pandemia, ¿se le ha empezado a dar su lugar a la salud mental?

Parece que en general sí, está claro que ha habido un cambio y la gente se está dando cuenta de que la salud mental es importante. Todos tenemos un cerebro y a veces hace cosas que no nos gustan por lo que tenemos que que trabajarlo hay que intervenir en muchas de las cosas que nos pasan en la vida. Poco a poco estamos saliendo de ese estigma de ir al psicólogo o al psiquiatra es de locos. A veces hay que ir al psicólogo y al psiquiatra por cosas que nos pasan que aunque no sean problemas graves, aunque no sean trastornos pues, hay que ir no porque podemos enfermar igual que nos ponemos malos porque cogemos una gripe o un resfriado. Estamos avanzando no poco a poco estamos dando visibilidad.