ENTREVISTA | Fernando Benzo Escritor, ganador del Premio Azorín 2023

"Llevo la vida de Dr. Jeckyll y Mr. Hyde"

El ganador del Premio Azorín es un escritor con nueve novelas a sus espaldas y actual director general de Deportes en la Comunidad de Madrid, que se presentó a este mismo certamen con su primera obra hace 35 años

Fernando Benzo Sáinz, este viernes, en Alicante

Fernando Benzo Sáinz, este viernes, en Alicante / INFORMACIÓN

África Prado

África Prado

Fernando Benzo Sáinz (Madrid, 1965) tiene una dilatada carrera literaria que empezó a construir desde bien joven, al tiempo que es Licenciado en Derecho y Administrador Civil del Estado. Fue secretario de Estado de Cultura en el Gobierno de Mariano Rajoy y actualmente es director general de Deportes de la Comunidad de Madrid, pero él prefiere no mezclar ambos campos. El ganador del premio Azorín 2023 con Los perseguidos se siente atrapado en una doble personalidad desde siempre y atraído como escritor por el lado oscuro de la sociedad. Su mayor vértigo ahora es ver publicada su novela, que Planeta editará en abril, y su deseo, que atrape a los lectores.

¿Qué tal ha dormido?

Me costó muchísimo, porque la adrenalina impide dormir y esta ha sido una experiencia muy adrenalínica. Muy emocionante la gala, la espera, cuando de pronto oyes tu nombre y el de la novela, con lo cual los nervios te pueden antes, durante, después, y hoy aún me siento como si me hubieran dado con un palo de tantas emociones. Todavía me cuesta creer que ayer ocurriese todo lo que ocurrió. Es una experiencia muy bonita. 

No sé si sabe que la RAE vuelve a permitir la tilde en sólo. ¿Qué le parece?

¡Menos mal! Yo era un militante de esa tilde y hubiera ido al campo de batalla por ella. Lo he visto esta mañana y tengo gente que me ha mandado mensajes diciendo que se alegran mucho por mi premio, pero mucho más por la tilde del sólo. Y yo también (ríe). Me parecía un error de bulto y es una gran victoria de los partidarios de la tilde.

¿Era la primera vez que se presentaba al Premio Azorín?

No. Me presenté por primera vez hace más de treinta años cuando era un jovencísimo escritor y antes de la colaboración con Planeta de la Diputación de Alicante, que ayer dijeron que empezó hace 30 años. Era un premio que deslumbraba mucho, yo era muy joven, muy inconsciente, me presenté con la primera novela que escribí y no lo gané. He tardado un poquito en ganarlo, pero aquí estoy.

¿Y la publicó?

Sí. Se llama Los años felices y tenía la sensación de que había escrito una obra maestra. No sé si tenía 19 o 20 años, estaba orgullosísimo de mi novela y la mandé, entre otros, a este premio.  

¿Qué le llevó a volver a presentarse ahora?

Que en la vida las cosas vuelven. A mí el Azorín siempre me pareció que tenía mucho encanto literario, tiene el componente que a uno como escritor le apetece dar a sus libros, no solo ganar un premio por el aplauso, sino como forma de reconocer tu creación literaria. El Azorín tiene una personalidad muy especial y, después de décadas, al volver a presentarme de nuevo a un premio, tuve claro que el que quería ganar era este. Y me encanta que lleve su nombre. Azorín es un referente y una potencia literaria enorme, y que el premio lo apadrine su figura lo refuerza.

¿Le costó mucho tiempo escribir Los perseguidos?

Muchísimo. He perdido la noción del tiempo porque es una novela de estructura bastante compleja, con saltos en el tiempo y con argumentos que debía encajar como piezas en un puzle. La preparación ha sido larga, tiene mucha documentación, porque pretende retratar diversas épocas de nuestra historia, y tenía que empaparme de esas épocas y detalles para comprenderlo. Diría que tardé en escribirlo un año y otro año y medio previo de de trabajo.

¿Qué hace un político en la literatura?

Yo no soy político.

Bueno, un gestor político.

A ver, soy un gestor público que ha tenido diversas responsabilidades, pero si a uno le gusta algo siempre encuentra tiempo, los días son muy largos. Para mí la escritura ha sido absolutamente vocacional, esa vocación la tengo desde jovencito y nunca la he abandonado. De alguna manera, encuentras la fórmula de combinar esa especie de extraña doble personalidad con la que, en mi caso, he vivido siempre: ese personaje público, de gestor relacionado con la política, y el de escritor. Son dos vidas que yo mantengo enormemente separadas. Aquí no te hablaré nunca de la otra parte. Siempre digo que llevo la vida de Dr. Jekyll y Mr. Hyde, pero nunca sé en cuál soy Jeckyll y en cuál Hyde (ríe).

El lado perverso de la sociedad no es algo nuevo, sino algo histórico que nos acompaña. Y da mucho juego literario

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Porque siempre las ha llevado en paralelo...

Siempre, y sin que se crucen. No hablo de mi trabajo si estoy hablando de literatura, es algo que tengo por principio porque no tienen nada que ver.

¿Qué cuenta en Los perseguidos?

Es la historia de los que no son los protagonistas de las historias. Todos tendemos a escribir sobre los buenos o sobre los héroes y yo me propuse contar una historia sobre los malos, los villanos. Esta es una novela donde los personajes son ladrones, asesinos, traficantes, policías corruptos, políticos corruptos, y quería contar su historia, sus aventuras. Es una novela negra, de acción y de aventura, pero también quería trasladar otra dimensión, porque uno no es asesino las 24 horas del día, y he querido contar sus historias de amor, de amistad, familiares... y construir un universo en torno a ellos, que recorre diferentes etapas de la historia de España, desde los años 70 a la actualidad. Yes una novela muy ambiciosa, donde a todos los personajes les persigue algo: a unos la necesidad de escapar de un origen demasiado marginal; a la protagonista, que es una periodista que desenmascara a todos estos personajes, le persigue el peso de un padre que era un mito en el periodismo... hay diferentes persecuciones. Pero, sobre todo, he querido hacer una novela que atrape mucho. Mi ambición con este libro es que, una vez que te metas, devores las páginas y no te quieras marchar. 

El escritor Fernando Benzo Sáinz, ganador del Premio Azorín de Novela 2023 con "Los perseguidos"

El escritor Fernando Benzo Sáinz, ganador del Premio Azorín de Novela 2023 con "Los perseguidos"

Dice que es una novela muy negra.

La novela demuestra que el mal, o la criminalidad, ha existido siempre y va cambiando sus formas. Los propios personajes de la novela no se parecen cuando son unos navajeros de jóvenes y acaban de capos de la mafia internacional. El lado oscuro o perverso de la sociedad no es algo nuevo, sino algo histórico que nos acompaña como sociedad, solo que va cambiando de cara.

Hablar de villanos y de corrupción política viviendo en el mundo de la política, ¿es fácil o arriesgado?

(ríe) Es absurdo negar que existen y han existido casos de corrupción política, como en otros campos, y eso también es un elemento literario y te da juego para escribir una novela. No me da ningún miedo. Lo que sería una hipocresía, si tú retratas la criminalidad en nuestro país, es negar que existe, y no tengo ninguna intención de ocultarlo. En una historia de criminales, es lógico que se crucen en algún momento con la corrupción de tipo político.

En otra novela suya también había bajos fondos.

El lado oscuro siempre me ha resultado atractivo y en Las cenizas de la inocencia escribí una historia de bandas estraperlistas en la posguerra en Madrid, y luego otra, Nunca fuimos héroes, de la lucha contra ETA con un policía retirado que podía capturar al terrorista que siempre había perseguido, y ahora, esta novela. El lado oscuro del ser humano atrae como escritor y da mucho juego para contar historias.

¿Es una línea siempre presente en sus novelas?

Pues no es deliberado, ahora que lo preguntas, que parece que hay una lógica pero no soy consciente de ello. El mundo periodístico también da mucho juego literario y cinematográfico y también me resulta atractivo. Yo creo que escribo lo que me gusta leer y lo que me gusta conocer como lector o espectador, y cuando aparecen esas historias en mi cabeza, toman una determinada dirección.

¿Este premio es un punto de inflexión?¿ Piensa dedicarse más a la literatura?

Tendría que ganar muchos más premios Azorín (ríe). No, este premio es un chute de autoestima literaria, como dije ayer, y es una cima alta en la que no es fácil mantenerse. Ahora se trata de que la novela llegue a las librerías y saber si gusta, si los lectores responden. Cada vez que sacas una novela es una incógnita, no hay fórmulas y da mucho vértigo. Esta mañana me siento en la cima, pero cualquiera sabe qué pasará después.

La diferencia es que ahora el foco es mayor.

Pero los focos se apagan rápido. Ahora mismo el foco es enorme, pero uno tiene experiencia como para saber que los focos que te deslumbran luego se apagan.

Soy escritor, soy lector y soy insomne, con lo cual duermo muy poco

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¿El vértigo es mayor ahora o lo será en la próxima novela?

No. Ahora mismo el vértigo es que aparezca la novela, saber si esta historia en la que creo mucho y he puesto mucho, va a interesar. Eso es un misterio. Ahora mismo no sé cuál será la siguiente.

He visto que entre sus novelas preferidas de 2022 está Love song, de Carlos Zanón, y Todo lo que importa sucede en las canciones, de Fernando Navarro. ¿La música es otra de sus pasiones?

Me gusta muchísimo. En mi anterior novela, Los viajeros de la Vía Láctea, sobre un grupo de amigos en el Madrid de los años 80, utilicé mucho la música. Y una buena novela que meta el rock o la música de manera natural en el relato me acaba atrapando. Y estas dos me gustaron muchísimo, la música es un personaje de las historias, no está metida a capón, y sonaba en ellas.  

Fernando Benzo, en la explanada del Puerto de Alicante

Fernando Benzo, en la explanada del Puerto de Alicante / INFORMACIÓN

En este mundo tan audiovisual, ¿escribir y que te lean es un milagro? 

Empezamos a ser bichos raros los escritores (ríe), pero cuando salen las encuestas de lectura, que hace poco se publicaron, me siguen sorprendiendo mucho porque afortunadamente parece que hay gente todavía dispuesta a leer las historias que los bichos raros ofrecemos.

¿Ser escritor le da tiempo para ser lector?

Mucho. Soy escritor, soy lector y soy insomne, con lo cual duermo muy poco. Cuando estoy metido en una novela, saco el tiempo para escribir y cuando no escribo, saco el tiempo para leer. En este momento estoy leyendo Como polvo en el viento, de Leonardo Padura, y me está gustando muchísimo, y acabo de terminar, que era una asignatura pendiente desde hacía muchísimo tiempo, Fortunata y Jacinta, y me pareció que había tardado demasiado en leerla, pero es un acierto. No hay que tenerle miedo a los clásicos.

¿Cómo se organiza? ¿Cuándo escribe?

Durmiendo poco. Escribo a unas horas muy poco glamurosas, normalmente de 5 a 7 y media de la mañana. Duermo demasiado poco, pero me despierto fresquísimo. Tengo tres hijos y esas son unas horas maravillosas porque la gente duerme y la casa está callada. Y cuando vuelvo a casa por la tarde, repaso lo de ese día. La clave es escribir permanentemente, no dejarlo y hacerlo todos los días. Es una vida un poco rara, pero esas son unas horas muy fructíferas, muy activas.

Y con tanta autoficción en la literatura, ¿no llevaría su vida en la política a una novela?

Jamás. Es que yo no soy político, soy alto funcionario, pero tampoco me divertiría, prefiero inventar. Primero, no soy exhibicionista y no contaría mi propia vida, y he tenido experiencias curiosísimas, pero privadas. Me interesa que la gente lea mis historias, no pretendo convertirme en personaje, no me interesa.