Pepe Miralles e Isabel Tejeda presentan "Yo lo vi" en el Centre del Carme

El artista de Xàbia recorre su obra relacionada con la pandemia del sida en una exposición comisariada por la historiadora del arte alicantina

Imagen de la muestra "Yo lo vi" de Pepe Miralles

Imagen de la muestra "Yo lo vi" de Pepe Miralles / INFORMACIÓN

África Prado

África Prado

El artista Pepe Miralles (Xàbia, 1959) inaugura este jueves en la Sala Dormitori del Centre del Carme de València la exposición Yo lo vi, comisariada por la historiadora del arte alicantina y profesora de la Universidad de Murcia Isabel Tejeda, que permanecerá abierta al público hasta el 18 de febrero de 2024.

Pepe Miralles representa desde principios de los años 90 en Europa una de las carreras artísticas más significativas respecto al sida como enfermedad social. Si en los años 90, y desde la Comunidad Valenciana, denunciaba cómo el sida se había construido por parte de los medios de comunicación y de la sociedad como una enfermedad exclusiva del colectivo homosexual, atravesando y visibilizando en su obra las estrategias de la industria farmacéutica o la respuesta política ante la pandemia, desde 1996 su trabajo nunca abandonó esta línea de fuerza cuando la enfermedad se convirtió en crónica. Los enfermos de entonces son lo que el artista denomina hoy "cantos rodados".

"Yo lo vi" de Pepe Miralles

"Yo lo vi" de Pepe Miralles / INFORMACIÓN

Yo lo vi recupera la frase con la que Francisco de Goya tituló uno de sus más conocidos grabados de los Desastres de la Guerra para situarse en el lugar de aquel o aquella que ha vivido una situación dramática y la cuenta desde esa posición. Y esto también (Desastre 45) continuaba el pintor aragonés. Pepe Miralles sigue acompañando cuarenta años después una enfermedad que estigmatizó sin razón especialmente a los colectivos LGTBIQ+.

Dos son los temas en los que más ha profundizado Pep Miralles (Jávea 1959): la perspectiva social del VIH y del sida, participando en grupos activistas y en la producción de contenidos culturales y visuales; y la sexualidad en los espacios públicos, documentando tanto el uso de los enclaves de cruising – prácticas sexuales en lugares públicos -, como las biohistorias de quienes los usan.