El corredor alicantino Ricardo Ariel rompía la cinta de la línea de meta de la II San Silvestre Ciudad de Alicante pasados poco más de 11 minutos desde la salida seguido por una decena de veloces deportistas a los que se les notaba que ésta no era su primera competición y que tampoco han tardado demasiado en recorrer los 4 kilómetros por el centro alicantino.

Pero tras éstos llegaba un padre con su retoño en brazos, un corredor con su perro, unos mozos de San Fermín perseguidos por dos corredores que hacían de toros con pitones incluidos y hasta unos psicodélicos Beatles. Porque el objetivo era divertirse mientras se hacía deporte y no faltaron ninguna de las dos cosas. En total 3.200 personas que comenzaron la carrera en una Rambla de Alicante maquillada para la ocasión.

Más información sobre la carrera, mañana, en la edición impresa.