La selección brasileña, anfitriona de la Copa Confederaciones, debuta hoy (21.00/Telecinco) en el partido inaugural del torneo con la misión de lograr una victoria convincente contra Japón, que es sobre el papel el rival más débil del Grupo A.

Neymar y compañía no tienen margen de error, por lo que tanto los jugadores como el seleccionador, Luiz Felipe Scolari, han expresado la importancia de comenzar con un triunfo.

Con la victoria en mente, se espera que Brasil salga con una alineación plenamente ofensiva, con Fred como delantero centro, Neymar y Hulk abiertos por las bandas y Oscar, del Chelsea, en el papel de director de orquesta.

Scolari ha intentado implantar en las últimas semanas un talante agresivo en su equipo, pidiendo a sus hombres que se empleen a fondo en la presión constante al rival para recuperar el balón cuanto antes y volver al ataque.

Neymar, la figura del equipo, tiene la presión adicional de no haber marcado un gol en los últimos nueve partidos que ha jugado, aunque el delantero de 21 años reste importancia a ese hecho.

Brasil contará con el aliento de 70.000 espectadores que abarrotarán el Estadio Nacional de Brasilia, uno de los tres estadios nuevos de la Copa Confederaciones.

El equipo de Scolari encara el debut con tranquilidad, después de haber derrotado a Francia por 3-0, un resultado que supuso la primera victoria de la Canarinha contra una selección de primer nivel desde 2009.