La 43 edición del Medio Maratón de Elche fue todo un éxito. No se batió el récord de participación, pero más de tres mil atletas tomaron la salida en una prueba que crece y mejora cada año y que discurrió en medio de un ambiente festivo. Hasta la lluvia respetó a los corredores y no apareció hasta que todos habían llegado a la línea de meta.
Pero lo más destacado de la carrera de 21 kilómetros y 97 metros más antigua del mundo, desde que la creó Manolo Jaén allá por el año 1972, fue la presencia de público. Las calles por donde discurría el circuito estuvieron repletas de gente, principalmente en la zona centro de la ciudad, donde estaba ubicada la salida y la meta y por donde transcurrían los últimos kilómetros.
Santa Pola es, con diferencia, el mejor medio maratón de la provincia de Alicante y uno de los mejores de España, pero Elche se ha ganado a base de su esfuerzo por mejorar del Club Atletismo Decatlón y de la Concejalía de Deportes, ser el siguiente más multitudinario, mejor organizado y con las numerosas actividades paralelas, para pequeños y mayores, que hacen que los miles de aficionados al running lo tengan cada año marcada en rojo para participar en ella.
A las diez en punto de la mañana, con el enorme pelotón cubriendo toda la calle Diagonal Traspalacio, en la misma puerta del Museo de Arte Histórico de Elche (MAHE), el edil de Deportes, Daniel Rubio, dio el pistoletazo de salida y los atletas, que estaban distribuidos en cajones por la marca particular de cada uno, comenzaron, zancada a zancada y latido a latido, a recorrer los 21 kilómetros y 97 metros.
Muy pronto se formó un grupo de cabeza con seis atletas marroquíes, de los que en el primer paso por la línea de meta, en el kilómetro 7, se quedaron sólos en cabeza Hassane Ahouchar y Khalid Sadden. Ambos mantuvieron una bonita pugna hasta los últimos 500 metros, en los que Ahouchar dio el tirón definitivo y se plantó en solitario en la línea de meta, repitiendo el triunfo del año pasado, pero, en esta ocasión, batiendo el récord de circuito, dejándolo en una hora, cuatro minutos y 50 segundos, lo que le reportó mil euros de premio en metálico, 500 como vencedor absoluto y otros 500 por rebajar la hora, seis minutos y 55 segundos, que empleó el año pasado.
A continuación del corredor marroquí, que es ya veterano B, entró, a tres segundos, su compatriota Khalid Sadden. La tercera plaza fue para el también magrebí Mohamed Bouccetta, que a mitad de la prueba superó a Abderrahim El Jaafari, quien en la primera parte del recorrido intentó mantener el ritmo de los dos primeros clasificados y lo pagó.
El primer español en cruzar la línea de meta fue Raúl Martínez, del Club Atletismo Albacete, mientras que el primer ilicitano fue Alejandro García.
En categoría femenina, como era de prever, la keniata Zeddy Jerop Limo, que se inscribió a última hora y que a punto estuvo de no participar porque no habla español y el sábado en la estación de Valencia tuvo que ser recogida y acompañada hasta Elche por un grupo de corredores que venían a participar, venció con absoluta claridad. Limo, que tuvo como liebre a Juan Carlos Esteso, llegó a la meta en el puesto 22 de la general, lo que dice mucho de su nivel, con un tiempo de una hora, 15 minutos y y 34 segundos, rebajando ampliamente el récord del nuevo circuito, estrenado el año pasado, que poseía la cubana afincada en Alicante, Yamilka González, con una hora, 21 minutos y 28 segundos, lo que le reportó mil euros de premio.
Limo aventajó en tres minutos y cuatro segundos a la aragonesa María José Pueyo, quien no pudo repetir su triunfo de 2010, mientras que la tercera plaza en féminas la ocupó Sandra Karina Córdoba, del Juventud Atlética de Elche.
Desde la hora y cuatro minutos, que empleó el ganador, hasta las dos horas, 44 minutos y 26 segundos, que tardó el último clasificado, un total de 2.909 corredores llegaron a la línea de meta. Unos satisfechos por rebajar sus marcas personales y otros felices y contentos y por haber podido completar su primer medio maratón. Todos se fueron orgullosos a casa con su medalla conmemorativa y muy contentos del gran apoyo que recibieron del público en las calles ilicitanas.
