La España de Pau Gasol le puso el broche de oro al que puede haber sido el último gran torneo de la mejor generación de toda su historia con el bronce olímpico en el torneo de baloncesto de los Juegos de Río de Janeiro, donde derrotóayer domingo, en un igualado partido por el tercer puesto, a Australia (88-89).

Un corte de balón de Víctor Claver en la última posesión de Australia sirvió para que, por un solo punto, España lograse su cuarta medalla en un torneo olímpico de baloncesto, la primera de bronce y la tercera consecutiva, tras haberle discutido el oro a Estados Unidos en las finales de Pekín 2008 y Londres 2012.

Australia, por el contrario, que apuntaba alto tras haber sido la revelación del torneo, por la vertiente del «Team USA», único equipo que la derrotó en la fase de grupos, se tuvo que conformar con un cuarto puesto que iguala su mejor resultado en Juegos.

Que logra por cuarta vez, después de Seúl'88, Atlanta'96 y Sydney 2000, tras eliminar en cuartos a Lituania; y caer en «semis» con Serbia.

España arrancó sin excesivos problemas un partido en el que Rudy Fernández -que, de los presentes en Río, junto a Sergio Rodríguez acompaño al «núcleo duro» de la «Generación de Oro», integrado por Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes y José Manuel Calderón, en el título Mundial logrado en 2006, en Japón- elevaba a siete (9-16) su máxima ventaja en el primer cuarto.

En el que Patty Mills, la gran estrella de los «Boomers», que sumó treinta puntos ayer domingo, acercó a tres (17-20) al campeón de Oceanía, antes de que un triple de Claver cerrase el primer acto con seis arriba (17-23) para España.

Que, tras un comienzo de torneo renqueante, en el que encajó dos derrotas seguidas, ante Croacia (70-72) y la anfitriona Brasil (65-55), enderezó ante Nigeria (96-87) y recuperó el pulso aplastando a Lituania por cincuenta (109-59), antes de superar a Argentina (92-73) para pasar como segunda de grupo y eliminar en cuartos a Francia (92-67).

Pero, a pesar de haber sido apretados, los dos primeros tropiezos abocaban a un cruce semifinal contra el equipo de Kevin Durant y Carmelo Anthony, que pasó a la final tras doblegar (82-76) a España. Que se conformaría por luchar por el bronce, una medalla olímpica que, según recordó tras perder ante la potencia norteamericana su buque insignia, Pau Gasol, «siempre es una medalla olímpica».

Pau estuvo superlativo

Porque si el equipo de Sergio Scariolo estiró su leyenda como una de las mejores selecciones de toda la historia de España, Gasol también mejoró su superlativo y brillante palmarés en Brasil. En unos Juegos en los que superó al mítico Epi, Pau se convirtió en Río en el tercer máximo anotador de toda la historia olímpica.