El ciclista alicantino Antonio Molina ha sido protagonista en la tercera etapa de la Vuelta a España que ha finalizado en Alhaurín de la Torre y que ha ganado al esprint el italiano Elia Viviani. El corredor del Caja Rural-RGA, debutante en una gran vuelta, se encontró con buenas piernas en un movimiento que contó de inicio con otros cinco corredores: Sáez, Rolland, Maté, Simón y Peters.

El control de Quick Step impidió que su ventaja se fuera por encima de los cuatro minutos. Sin embargo, a menos de 40 kilómetros del final, en una zona de toboganes, la escapada ganó brío con la llegada de Campenaerts, Wallays, Gougeard y Postlberger. Su entrada obligó a acelerar por detrás, dando caza a los valientes en el tramo final de la jornada.

Antonio Molina ha confesado al final de la tercera etapa: "Ha sido una etapa bastante difícil por el viento, que nos ha impedido rodar cómodos durante todo el día, así que hemos buscado nuestro ritmo y ver hasta dónde podíamos llegar. La entrada de los cuatro de atrás ha vuelto a dar vida a la fuga e incluso hemos tenido esperanzas de poner en jaque al pelotón. Era un día marcado para el esprint, pero esto es La Vuelta y siempre hay excepciones, hay que buscar algo diferente. Ayer no fui todo lo bien que me hubiera gustado; en cambio hoy me he encontrado bastante mejor rodando todo el día en la escapada. Voy a seguir intentándolo".

La Vuelta vivirá este martes su primer final en alto con la inédita subida a Alfacar, un puerto de 12 kilómetros y promedio del 5,4% que significará el primer test importante para los hombres de la general.