El HLA ha frenado la caída. Lo hizo el pasado viernes contra pronóstico en Cáceres con una demostración de carácter en un partido en el que llegó a ir perdiendo de 20 puntos en el segundo cuarto. Su entrenador, Pedro Rivero, se mostró orgulloso de esa reacción, todavía más meritoria tras la lesión de Pitts a mitad de encuentro y la baja ya sabida de Llompart.

«Veníamos de una dinámica negativa [tres derrotas seguidas] y no estamos acostumbrados porque el año pasado dominamos en LEB Plata, creo que ha habido dos partes muy claras», apuntó Rivero, preocupado porque «la intensidad y el ritmo del Cáceres» sacó del partido a los jugadores del HLA en los dos primeros cuartos.

Sin embargo, el equipo tiró de orgullo, inspirado en el carácter irreductible de su entrenador, y volteó un partido que se había puesto cuesta arriba. «El cambio llegó cuando creímos que con esfuerzo se igualaba la intensidad de ellos», añadió Rivero. «Cuando vamos todos en la misma dirección, cuando crees en lo que haces sí que aparece el talento», incidió.

Rivero catalogó a Pitts como su «jugador franquicia» y esperó que su lesión no pasara a mayores. «El resto del equipo ha dado un paso adelante, todos, si destacos a alguien me confundiré», avisó.

El técnico del HLA reconoció que les hacía falta «un partido de estos, tan sufrido porque provocará un salto de personalidad». «Es muy importante que los jóvenes sepan que con fe y esfuerzo se pueden ganar partidos». Rivero también ensalzó el papel del estadounidense Devin Schmidt, apagado en las últimas jornadas. «Ha aparecido, es muy importante para nosotros, no estaba atravesando un buen momento de juego, pero tiene toda nuestra confianza», añadió.

El HLA Alicante recibe el próximo viernes (20.45) al Granada y cerrará el año en Gipuzkoa el domingo 29 de diciembre.