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El drama de jugar sin público

Lucentum, Hércules y Orihuela consideran una «catástrofe económica» la posibilidad de que la competición regrese sin la afición en las gradas

Teo Quintero, en el choque de Copa contra el Recreativo. alex domínguez

Una empresa parada es una empresa que pierde dinero. Los principales clubes deportivos de la provincia, atados de pies y manos de toda actividad desde hace dos meses, mantienen desde entonces reuniones con diversos organismos para ver de qué manera dar carpetazo a la competición interrumpida, una 19-20 que no parece que se reanude en las categorías modestas, como la Segunda División B e incluso la LEB Oro de baloncesto. Estando todavía en el aire los posibles ascensos y descensos de ambas categorías, lo que sí está claro es que cuando se reanude el deporte, sea en esta temporada o en la 20-21, se hará sin público. Por lo menos hasta 2021. De esta manera, se abre un drama económico inédito: el de jugar sin gente, pero sobre todo el de no ingresar nada. Y así no hay viabilidad.

El consejero delegado del Hércules, Carlos Parodi, calificó ayer a Efe como un «drama económico» para los clubes no profesionales que no pueda asistir público a los estadios como mínimo hasta 2021. El dirigente herculano aclaró que lo primero de todo es la salud de todos los protagonistas y aficionados, pero incidió que sin los ingresos de taquilla y abonos «no se podrán cumplir los presupuestos» y los nuevos tendrán que ser «a la baja». El presupuesto para esta inconclusa temporada del conjunto blanquiazul fue de unos dos millones de euros y la cantidad contemplada por taquillas y abonos fue en torno a medio millón de euros.

Por su parte, el presidente del Orihuela, Antonio Felices, aseguró que el conjunto escorpión dejaría de ingresar 150.000 euros por temporada, lo que supone un 25% del presupuesto. «Es evidente que meter a la gente en un estadio es una temeridad, pero si se quiere retomar la competición habrá que buscar otros cauces de ingresos; si no, será imposible para los clubes modestos».

El Elche, que iba sexto clasificado en Segunda División, también perdería buena parte de sus ingresos si la competición se reanuda sin público; en concreto, en torno a unos 120.000 euros (300.000 en caso de disputar el play-off de ascenso). LaLiga Smartbank podía volver entre julio y agosto, como la máxima competición. Otros clubes de la Comunidad también sufrirán un gran agujero: el Valencia perdería 14 millones la próxima temporada, cuatro el Villarreal y 1,2 el Levante. Por otra parte, Jaume Roures, presidente de Mediapro, confirmó que la Liga 20-21 se comenzará sin público.

Una de las opciones que baraja la LEB Oro para paliar el hipotético regreso de la competición a puerta cerrada es la de crear una plataforma televisiva y emitir los partidos por «pay per view». «Nadir quiere jugar sin público, pero estamos en la obligación de explorar vías alternativas de ingresos para pagar a jugadores y entrenadores si vuelve la competición», apuntó Toni Gallego tras asistir virtualmente a la tercera reunión de los equipos de la categoría con la Federación para tratar de dilucidar el futuro de la Liga.

En la misma hubo unanimidad en que la temporada termine sin descensos y la Federación Española de Baloncesto (FEB) se comprometió a dar una respuesta la próxima semana en relación a la fórmula de los dos ascensos a ACB. En este asunto, los clubes de LEB Oro no logran conformar un discurso común y deberá ser la FEB la que decida. La totalidad de equipos han hecho un ERTE y las plantillas están mermadas por la marcha de los extranjeros y ya han sido varios clubes los que han asegurado que no podrán afrontar económicamente un hipotético play-off de ascenso.

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