El equipo femenino del Joventut d’Elx camina con paso firme hacia su objetivo de ascender a Primera División y regresar a la élite del fútbol sala femenino español seis años después.
La temporada pasada, en una campaña difícil por la interrupción de la competición por la crisis sanitaria, se quedó a las puertas del sueño al caer en las semifinales del «play-off» final contra el Caldés de Barcelona.
Eso dolió y el club que preside Esther Menarguez se preparó con más fuerza todavía para volver a intentarlo este año. Y, de momento, todo va sobre ruedas. De los 20 partidos que han disputado suman 18 victorias, un empate y solo una derrota.
La Segunda División comenzó con cuatro grupos, que a su vez se dividieron en dos subgrupos. En la primera fase, el conjunto que entrena el histórico entrenador ilicitano Antonio Ordóñez ganó todos sus encuentros. Eso le permitió pasar a la segunda fase con el máximo puntos. En esta segunda liguilla contra los cuatro primeros clasificados del otro subgrupo también sigue demostrando su fortaleza y el pasado fin de semana vencieron 6-2 al Caldés, su verdugo en el «play-off» final de la temporada pasada.
El camino que queda no va a ser fácil. Aunque el Joventut d’Elx tiene, prácticamente, asegurada su clasificación para la siguiente fase como primero de grupo y tendrá que jugar un primer «play-off» a partido único contra el cuarto clasificado, aunque contará con el factor cancha a su favor. Si lo supera, quedarán cuatro equipos y tendrá que disputarse el ascenso a Primera División en otro «play-off» a muerte en campo neutral.
Las ilicitanas tienen el mejor coeficiente de todos los conjuntos de Segunda División de España, lo que le convierten en las grandes favoritas.
Optimistas, pero realistas
En el club son conscientes de que, si mantienen el nivel de juego que están mostrando hasta ahora, tienen grandes posibilidades de alcanzar el sueño del ascenso. Esther Menarguez es optimista, pero el mismo tiempo realista y advierte de que «es una de las temporadas de la historia porque hay que superar hasta cuatro eliminatorias a partido único, en los que puede pasar cualquier cosa.
Quedan meses emocionante en los que el fútbol sala femenino ilicitano quiere y puede estar de nuevo en la élite.
