El taekwondo español, representado por dirigentes, técnicos y competidores, ha mostrado su apoyo al pueblo ucraniano y a sus refugiados durante el Open por la Paz, evento benéfico celebrado este sábado en el Centro de Tecnificación de Alicante y cuyos beneficios, canalizados a través de Cruz Roja, irán destinados a mejorar las condiciones de vida de los exiliados.

El evento, en el que han tomado parta casi mil deportistas en representación de unos ochenta clubes de España, ha contado con la presencia de varios jóvenes ucranianos refugiados, quienes han protagonizado algunos de los momentos más emotivos de la jornada.

El Open por la Paz, organizado por la Real Federación Española de Taekwondo (RFET), ha contado con la presencia del olímpico y bronce europeo Raúl Martínez, así como Oksana Kaidash, miembro del Comité Olímpico Ucraniano, 34 veces campeona de su país en atletismo y competidora en tres Juegos.

Oksana Kaidash, regugiada y madre de dos hijos, uno de ellos en la guerra, ha dirigido unas palabras a los espectadores y deportistas en las que ha agradecido el "apoyo y la solidaridad" del pueblo español con Ucrania.

El presidente de la RFET, Jesús Castellanos, calificó la jornada como "especial" y agradeció a todo el personal de organización, instituciones, árbitros y empresas colaboradoras su colaboración "desinteresada" para ayudar en el evento.

Un instante del acto de inauguración del evento César Hernández

También agradeció a Cruz Roja su labor y la canalización de las ayudas para que los refugiados que son atendidos en los recursos de la Organización en Alicante estén en las mejores condiciones posibles durante su estancia en España.

Uno de los momentos más emotivos de la jornada se ha vivido cuando unos pequeños ucranianos han realizado unos ejercicios de exhibición tras los que se ha desplegado una bandera de Ucrania con el lema 'Peace is more precious than Triumph (la paz es más preciada que el triunfo).

La provincia de Alicante cuenta con unos 21.000 residentes ucranianos y en la capital se encuentra uno de los tres grandes centros de acogida para refugiados que instaló el Gobierno de España tras el conflicto bélico.